Manu Rodríguez (Rusos Blancos): "Son años difíciles para grupos emergentes como nosotros. Los promotores no arriesgan nada"
Por Alejandro Espiño
Rusos Blancos lo ha vuelto a conseguir. Después de que su primer álbum, Sí a todo, les situara como una de las bandas más prometedoras del indie nacional, y el EP Hijo único nos hiciera bailar sin remedio, la banda madrileña firma uno de los discos esenciales de lo que va de temporada. Estamos hablando de Tiempo de nísperos (Ernie Record, 2013), el trabajo que presentarán en concierto este viernes 24 de mayo, a las 21.30 horas, en Pequeño Karma
Será un concierto "fundamentalmente acústico", explica Manu Rodríguez, cantante y líder del grupo, a PontevedraViva. "Perdemos en dureza, pero ganamos en cercanía y cierta magia. Se puede interactuar más con el público. Tocamos a un menor volumen, la gente está más atenta y el grado de intimidad es mayor. Será un concierto muy atractivo y muy bonito". Con esa carta de presentación, ¿quién puede resistirse?
Venís a Pontevedra a presentar Tiempo de nísperos. ¿Cómo describirías este disco?
Mucha gente nos dice que es un disco de madurez. Es lo típico que se dice siempre al ser el segundo. Pero quizá sí es verdad que es más maduro porque el primero tenía una temática muy adolescente y en este, en cambio, gira en torno a una ruptura sentimental más adulta. Tiene un tono más amargo, tanto en las letras como en el sonido. Es bastante diverso. Hemos buscando diferentes géneros y no nos hemos cerrado puertas.
"Queríamos superar todo nuestro trabajo anterior con las diez canciones del nuevo álbum. Nos marcamos unas expectativas muy altas"
Tras un disco debut como el vuestro, que logró tan buenas críticas, ¿es complicado sacar el segundo? ¿Habéis notado esa presión?
No tuvimos una presión desde fuera, fue más bien una especie de autopresión. Vino marcada un poco porque Hijo único, el EP que sacamos, fue muy bien recibido. Pensábamos que habíamos reunido en él cinco de las mejores canciones que habíamos hecho jamás. Y queríamos superarlo con las diez canciones del nuevo álbum. Nos marcamos unas expectativas muy altas. Que no sobrase ninguna de las que quisiéramos meter, pero que la gente tampoco dijese esas cuatro se las podían haber ahorrado. Al final, quedamos muy contentos.
¿Y creéis que el disco está gustando?
En general está siendo muy bien recibido. Las críticas son positivas y nosotros lo estamos viviendo como un paso adelante. Teníamos cierto miedo, porque es un disco relativamente distinto al anterior y a la gente que nos seguía podíamos desconcertarlos un poco. Pero no nos ha pasado. Tenemos nuevos seguidores, hay más gente en los conciertos, se corean más las canciones Creo que hemos acertado.
De la escucha de Tiempo de nísperos se desprende que estamos ante un disco muy personal. ¿Coincides con esta apreciación?
Bueno, yo creo que personales son los dos. La diferencia es que este quizá es más íntimo. No ya porque sea autobiográfico, porque en los dos discos hay algo de mí al ser quien compone las canciones, sino porque lo que quería hacer era abrirme todo lo posible en él. Quería que la persona que escuchase el disco pudiera saber cómo me sentía en ese momento determinado. Estaba pasando por una ruptura amorosa delicada y entendí que la mejor manera de contarla era la más directa. Pero siento muy propio todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora.
"Somos un grupo de pop y las melodías deben ser alegres. Es en las letras donde añadimos el toque personal, nuestra forma de ver el mundo"
Lo que no pierde Rusos Blancos en este trabajo es su estilo característico. Melodías muy alegres y letras algo más tristes. ¿Consideras que esa es vuestra seña de identidad?
No es algo premeditado. No es que me siente y escriba desde cero. Trabajo con las ideas que me van llegando y la melodía no la fuerzo. Pero somos un grupo de pop y las melodías deben ser alegres. Es en las letras donde añadimos el toque personal, nuestra forma de ver el mundo. Si todas las canciones fuesen tan oscuras como Algunas cosas, sería un disco bastante insufrible. Hacerlo de esta manera, creo que ayuda a que el mensaje llegue mejor. Pillas a la gente con la guardia baja, hasta que de repente repara en lo que le estamos contando.
Recientemente se han sumado al grupo Javier Montserrat y Pablo Magariños. ¿Qué ha supuesto para vosotros estas dos incorporaciones?
Estamos encantados con la llegada de los dos. Nos aportan mucho a nivel personal, en cuanto a pasarlo bien y al buen rollo que generan. Y aparte nos llevan a una dimensión completamente nueva como grupo. Javi es un guitarrista excelente, le da mucha profundidad a las canciones y mucho músculo, las hace más enérgicas y vibrantes. Y Pablo, además de la percusión, ayudó mucho en la composición. Nos animó a probar cosas nuevas y nos acercó a géneros a los que no podíamos llegar. Sin ellos, el disco sería no sólo diferente, sino peor.
Muchos de los componentes de Rusos Blancos tocáis además en otras bandas. ¿Es complicado cuadrar las agendas de todos?
Nos complica un poco la tarea. Somos músicos semiprofesionales y tenemos otros trabajos. Ojalá fuésemos como Sidonie o Love of Lesbian que les llaman para un bolo entre semana y pueden hacerlo. Nosotros no tendríamos tiempo de salir del trabajo y llegar para tocar. Así que no nos queda otra solución que cuadrar las agendas como podamos. Intentamos no pisarnos en la medida de lo posible. Pero como somos siete lo llevamos bien, nos vamos manejando.
Ahora que comienza la época de grandes festivales, ¿estaréis en alguno de ellos?
"El aumento del IVA ha sido terrible para las bandas más pequeñas. Sólo hay sitio en los festivales para los grupos consolidados"
Tenemos alguna cosa, pero como aún no se ha anunciado, no podemos desvelarlo. Pero lo cierto es que son años difíciles para los festivales, especialmente para grupos como el nuestro que aún estamos despuntando. Sólo hay sitio para los grupos consolidados. Y el aumento del IVA ha sido terrible para nosotros. Antes para traerse 3 o 4 grupos grandes se gastaban 8.000 euros en IVA y ahora pagan 21.000 euros. Y ese dinero se lo restan a pequeños grupos que entrábamos de vez en cuando.
Me imagino además que los promotores también arriesgarán menos
No arriesgan nada, claro. Hay diez grupos que están en todos lados y luego, de vez en cuando, aparecemos algún otro. Es una pena, porque sin tener que llegar a casos como Reino Unido en donde en cada festival hay novedades continuas, deberían potenciar a grupos que empiezan porque son el futuro de la industria. Pero no, aquí siempre van a lo mismo. Y yo creo que así pierden público. La gente se cansa de ver 50 veces lo mismo. Creo que agradecerían dos grupos grandes y luego cinco o seis que no sean habituales.
Y con este panorama, ¿cómo ves el futuro de Rusos Blancos?
Como te decía antes, creo que el disco es un paso adelante. Lo sentimos como un avance creativo. Lo hemos hecho todo lo bien que sabemos. Y ha gustado. Se ha recibido muy bien y tenemos más público en la gira. Y menos mal, porque para grabarlo nos hemos hipotecado todo el grupo (ríe). Pensando en el futuro, nos veo haciendo canciones nuevas porque es lo que nos gusta. El día que un disco no sea bien recibido y pase inadvertido, nos volveremos a nuestra casa, pero por ahora con cada lanzamiento vamos llamando más la atención.