Llega a Pontevedra el homenaje cinematográfico a Reboiras, última víctima mortal de la dictadura en Galicia
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Las salas de Cinexpo en Pontevedra acogerán durante este fin de semana a proyección de Reboiras. Acción e corazón, un largometraje que se convirtió en el esperado homenaje en formato cinematográfico a la figura de Moncho Reboiras, asesinado en la madrugada de 12 de agosto de 1975 y última víctima mortal de la dictadura franquista en Galicia.
El sábado y el domingo habrá sesiones a las 21.30 horas para las que ya se pueden comprar entradas anticipadas. En la del domingo, además, habrá un coloquio con el director y guionista de la pieza audiovisual, Alberte Mera.
Mera es vigués de nacimiento, pero pontevedrés de formación -estudió en el campus de Pontevedra de la Universidad de Vigo- y este miércoles visitó el Concello de Pontevedra para presentar con el concejal de Normalización Lingüística, Alberto Oubiña, estas proyecciones.
Oubiña y Mera destacaron el sello pontevedrés del equipo de esta pieza documental, en la que Jose Aragunde es el director de fotografía; Samuel Lema, director de arte; Adrián Porima, responsable de sonido; y Tamara André, de la producción.
El largometraje combina 29 entrevistas de testigos con secuencias ficcionadas para ilustrar los momentos más relevantes de la vida de Reboiras coincidiendo con el 45 aniversario de su asesinato el pasado 12 de agosto. En palabras de Mera, la pieza, que ya pasó por cines de toda Galicia desde su estreno en agosto, salda una "débeda histórica" con la figura de Reboiras.
Con este trabajo, buscó, segundo explicó, "facerlle xustiza, a nivel técnico e artístico" y confía en que la buena acogida que está teniendo entre el público y la crítica sea un primer paso para que la historiografía oficial y las instituciones le rindan el homenaje que merecen tanto él cómo todas las personas de su generación y circunstancias.
Así, Alberte Mera destacó que esta pieza documental recoge una época "durae e escura" de Galicia en la que había una "débeda pendente no audiovisual" no solo con la figura de Reboiras sino con la de todas aquellas personas asesinadas por hacer frente a la dictadura y por pedir políticamente por una Galicia justa socialmente. Era una "débeda pendente" con "toda unha xeración de galegos que o acompañaron e que sufriron represión e viron truncada a mellor etapa das súas vidas na loita".
Oubiña, por su parte, destacó el "fondo moi importante" de esta pieza y también la importancia de exhibir cine en gallego en cines comerciales como parte del proceso normalizador de la lengua gallega.