Wladimir Dragossan: "John Balan y yo somos dos adelantados a nuestro tiempo"
Por Anxo Lourido
Rafael Pintos o su alter ego, Wladimir Dragossan, viste un elegante traje y se sienta tras una mesa, bolígrafo en mano para firmar su ultimo trabajo literario. En esta ocasión ha abandonado temporalmente la poesía para centrarse en una biografía que deseaba ver en los estantes de las librerías. Es un homenaje a su amigo Manuel Outeda, conocido popularmente como John Balan, el hombre orquesta nacido en Marín y fallecido en 2008. Los primeros recuerdos de Wladimir sobre la figura del cowboy de Seixo se remontan a su infancia.
Wladimir: La relación comienza porque yo soy nieto de don Román, el maestro de Seixo. Yo he crecido en Seixo desde muy pequeño y Balán, desde los años 50, frecuentaba la casa de mis abuelos porque les llevaba las cubetas del comercio. Mi abuela tenía un comercio de telas y entonces les traía las cubetas de los viajantes y además le cortaba la viña para la cocina. Y entonces surgió una amistad muy grande desde niño cuando yo jugaba en el jardín. Iba a visitarlo a su casa, él venía a visitarnos a nosotros. Era algo mutuo, recíproco. Y luego, pasados los años, ya como artistas a nivel público coincidimos los dos como dos leyendas locales en la Televisión de Galicia. Este matrimonio, por decirlo así, es consecuencia de Suso Iglesias al que le pareció una buena idea hacer un tour para que los turistas supieran los lugares que había en las Rías Baixas interesantes. Y entonces, yo creo que cuando he visto la película, la serie de Vincent Price, El Doctor Goldfoot y su máquina de hacer biquinis en la que también aparecía un sidecar conducido por un personaje con capa me recordó lo que habíamos hecho. Pero nosotros hicimos un tour muy distinto, disparatado, surrealista y muy interesante.
- Y con la publicación de esta biografía, ¿Wladimir salda una deuda histórica que entiende que la sociedad gallega tiene con Balan?
W: La idea de hacer una biografía surge de esa amistad intensa, de esa experiencia como pioneros actores de TVG, de una recién estrenada TVG en los años noventa y como performance, cada uno desde su alter ego, desde su personaje y con el dandismo que nos personaliza. Entonces éramos algo exótico en una Galicia que en aquellos momentos tanto en su caso como en el mío resultaba gris. Un entorno gris, represor de la identidad, de la libertad de expresión, de la idiosincrasia personal y entonces como creadores, como artistas, como performances, nosotros aportamos nuestro grano de arena. Yo le pido a John la posibilidad de dignificar y perpetuar su memoria que fue el objetivo que se ha conseguido.
John Balan traballou no Circo Price, con Fernando Esteso, con Juanito Navarro e cantoulle a Lola Flores
- Parece que se ha cuidado hasta el mínimo detalle en la publicación con una portada que es toda una referencia a uno de sus números más conocidos.
W: La editorial Teófilo ha tenido el acierto de hacer una edición de lujo a la altura del personaje con una tapa de madera que es una imitación de la puerta que él habitualmente tocaba como showman y no me cabe la mayor satisfacción que decir que la biografía, según el autor del prólogo Xabier Fortes, está muy bien escrita y muy bien editada. Y por lo tanto, espero que sea un disfrute para todos los lectores que puedan así conocer mejor a este paisano de Seixo, del que muchos pensaban que era un hombre que no tenía más encanto, más gracia, más estilo o más arte que arrimarse al mostrador de un bar para hacer algunas gracias y ganarse un dinero o un bocadillo. Pero él ha trabajado en el Circo Price, ha trabajado con Fernando Esteso, y lo han levantado en loor de multitudes en la plaza de Valencia, ha estado con Juanito Navarro, le ha cantado No te cortes la melena a Lola Flores...
- ¿Y cómo era en el trato personal?
W: Como persona era un hombre sencillo, un hombre accesible a todo el mundo, campechano, divertido, capaz de reírse de si mismo y de aquellos que se reían de él también, creo que era un hombre fuerte también porque la vida le había curtido pero también muy sensible porque, a veces, él entendía que no se le había hecho justicia y la ingratitud, eso también lo pienso yo a veces, de vivir en Galicia porque no nos entendieron, no nos valoraron debidamente y fuera del país hemos visto un mayor reconocimiento y un mayor respeto a nuestro trabajo. Afortunadamente con el tiempo eso se está adquiriendo otra conciencia de quienes en este país con tantos esfuerzos hemos hecho algo partiendo de la nada como autodidactas, como pioneros y es una labor de tiempo, pero estamos agradecidos.
- Sin embargo, durante sus últimos años tras sufrir una trombosis y ser acogido en la residencia de ancianos, ¿le notaba usted algún atisbo de resentimiento por no haber obtenido el éxito que perseguía?
W: Un poquito resentido sí que estaba porque veía que su gran sueño de haber sido una figura de que su talento no había sido entendido. Hoy hay muchos monologuistas que están por ahí funcionando, performances, actores de televisión pero... incluso de doblaje, él hubiera sido un gran actor de doblaje y fue pionero de todo esto y en los años cuarenta y cincuenta incluso haciéndolo en público. Hoy es muy común pero de aquella no era tan habitual.
- ¿Era, por tanto, un precursor?
W: Se adelantó a su tiempo. En ambos casos, porque yo también, modestia aparte, fui pionero del mundo gótico. Hoy está muy de moda el tema de los vampiros, mil libros de vampirismo, las películas... y yo fui un gótico temprano reivindicando una filosofía y el mito del vampiro que conozco muy bien.
- Volviendo a Balan, ¿imagino que cuando trabajaron juntos vivieron experiencias divertidas?
W: Sí, ha habido varios momentos . Yo no conducía y entonces, en una de esas escenas de la TVG en el sidecar, la moto iba sin freno y con el motor apagado. Yo me dirigía a conducir la máquina y por la inercia propia se me fue el sidecar de la carretera y terminamos los dos tumbados en un campo de patatas, con los pies hacia arriba. Y durante el rodaje, él no estaba habituado a memorizar los guiones y, en una ocasión, tenía que decirme: "Vladimir, a modiño, que acabas de nacer e xa estás estresado" y se confundía y decía: "Vladimir, a modiño, que acabas de nacer e xa estás estreñido". Situaciones graciosas vivimos un montón.
- Uno de sus momentos inolvidables fue el viaje que realizó a Nueva York a través de Televisión Española.
W: Fue gracias a Ángel Peláez que lo lleva al programa Vivir cada día y viajó a Nueva York. Y cual fue su sorpresa y la de todo el equipo que allí él era uno más, estaba perfectamente imbuido. Había cientos de John Balan por allí pero él era nuestro John Balan, nuestro cowboy de Seixo.
- ¿Y cree usted que Wladimir quedará en el recuerdo de los pontevedres?
W: Comprar esta biografía y leerla es el mejor homenaje que se le puede hacer a John Balan para tenerlo en mente, tenerlo presente. Queremos hacerle una estatua también de bronce para la que se está planteando la ubicación y los medios para poder realizarla. Todo se andará.
- ¿Dónde están pensando instalar esa estatua?
W: Sería siempre dentro de la ciudad de Pontevedra porque fue donde él realizó, principalmente, su labor artística y en donde obtuvo su reconocimiento.
Y Wladimir Dragossan quiere seguir manteniendo el recuerdo del gran hombre orquesta, por eso se apresura a atender a una joven que, en la librería Cronopios, se le aproxima con un ejemplar del libro John Balan, un yanqui en la corte de Breogán para solicitarle una firma gótica.