Finaliza Núbebes después de cuatro días "cheíños de cosas bonitas"
Por Mónica Patxot & Cristina Saiz
Este domingo fue el último día de la edición de este año del Festival de las Núbebes después de un fin de semana de intensa actividad y artes escénicas para bebés y sus familias. Fueron cuatro días "cheíños de cousas bonitas".
Ya el viernes las familias que asistieron al Teatro Principal encontraron cobijo bajo los paraguas para bailar y cantar acompañados de pintorescos animales. El espectáculo "Nube, Nube, Sol" metió al público de lleno en la diversión y en el aprendizaje de todo lo que lluvia y el sol provoca en nuestro entorno. A través del cuerpo, el gesto, el canto y la música Teatro O Cubo acercó a la primera infancia a magia de los ciclos de la naturaleza y la importancia de la lluvia para que todo crezca.
En la mañana del sábado se desarrolló el espectáculo de Marta Ortiz, "Casa, casiña, casona" alrededor del hogar como símbolo del regazo amoroso que nos acoge en los primeros años de vida, que nos acuna, abraza y protege. El centro del mundo en la primera infancia. Un espectáculo basado en el asombro y en la transmisión del amor a través de la palabra, de los primeros cantos, juegos, canciones, de dedos, trabalenguas, poemas...
Este domingo hubo dos sesiones de "Contacontos" con Pablo Díaz que hizo un viaje a través de los cuentos con la música como hilo conductor, tratando temas y rutinas adaptadas para las más pequeños. Para conseguirlo, se ayudó de instrumentos como flautas, guitarra, armónica y alguno de sus temas más populares.
También hubo dos estrenos, la del espectáculo de Tricus Beliscus, un taller de narración oral y música en la Casa das Campanas, y el concierto Silforiña, en el Principal. Y por supuesto, las familias también jugaron a la tradicional guerra de almohadas, antes de que Roque despidiese el Festival de las Núbebes hasta el año que viene.