Mauricio Rodríguez confirma que deja la presidencia del Pontevedra
Por Ramiro Espiño
"Está claro que yo tengo que dejar paso a otra gente. Mi trabajo está hecho, el Pontevedra tiene viabilidad. No sé si lo he hecho bien o mal, el resultado está ahí, pero cuando llegó el administrador me dijo que lo que tenía que hacer ya estaba hecho y hoy en la junta se ha demostrado lo mismo". Así se expresaba Mauricio Rodríguez Boullosa, presidente del Pontevedra C.F. al término de la Junta de acreedores celebrada en la Sala de Vistas del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, y que se convirtió en un mero trámite, despachado en el cortísimo plazo de 5 minutos.
El todavía presidente granate, no obstante, a la par que confirmaba su decisión de abandonar el club, no ponía fecha fija: "Mi agradecimiento personal a toda la gente que me ha ayudado en esta difícil labor, que ha sido mucha, pero los que me apoyaron no van a insistir en que siga. Ellos saben que yo he cumplido mi cometido. Sí que está claro que una vez hecho el trabajo quedan unos pasos por dar para no dejar esto en una situación de desgobierno, pero yo sí que me voy. En Pontevedra hay gente que puede hacer muy buena labor, manteniendo los pies en el suelo para no volver a una situación como la que estamos a punto de salir".
"No voy a decir mañana, o dentro de tres meses, pero tengo fecha de caducidad, sí. Si pudiera ser antes, lo haría antes -siguió diciendo Mauricio Rodríguez-, pero si no puede ser, en cuanto se haga la ampliación de capital necesaria, que tiene que realizarse en un máximo de tres meses, yo me voy. No estaré ni un día más de lo imprescindible para que el Pontevedra quede, no voy a decir aquella tontería de "el club más saneado de España", que fue una tontería, pero sí que quede estabilizado el barco".
Con respecto a sí seguiría vinculado al Pontevedra, Mauricio Rodríguez declaró: "No sé, no sé. Eso es una situación que habrá que verla dentro del Consejo de Administración. La presión es muy fuerte, incluso por parte de padres de niños de la base que vinieron a verme, pero es un trabajo muy duro, durante dos años, más duro de lo que pensaba, y por el que tengo que mucho que agradecer a los que me ayudaron y a mi familila, por eso creo que es momento de irme".
Ningún acreedor compareció a una Junta que se convirtió en un mero trámite legal despachado en cinco minutos
Previamente se había celebrado la Junta de Acreedores, un acto convertido en un mero trámite y al que no se presentó ninguno de los acreedores del club. La vista, presidida por el administrador concursal, Álvaro Lois, asistido por el secretario judicial, José Luis Gutiérrez, se transformó en un mero formulismo legal para dar fé en el corto espacio de cinco minutos, de que el 52,06% de los acreedores ordinarios, más un acreedor subordinado, se había adherido a la opción 1 de la propuesta, transformando su deuda en acciones), lo que suma un total del 52,10% de los acreedores totales. El resto dispondrán de un plazo de un mes para optar o quedarán adscritos a la opción 2, que significa la quita del 85 % de la deuda y el pago aplazado a 10 años del 15% restante.
A partir de ese mes el club dispone de otros tres meses para convocar Junta de accionistas a fin de aprobar la oportuna ampliación de capital, una ampliación que según confirmaba el presidente, Mauricio Rodríguez, se hará mixta, es decir, transformación de deuda en acciones, por un lado, y suscripción de nuevo capital, intentando inyectar liquidez al club que permita afrontar la deuda pendiente con los acreedores privilegiados (Hacienda y Seguridad Social), que asciende a 1,2 millones de euros.
De este modo, con la aprobación del convenio, Mauricio Rodríguez confirmó que la deuda total del Pontevedra al término de este proceso oscilará entre 1,2 (mínimo) y 1,8 millones de euros (máximo). La cifra variará en función de si los acreedores ordinarios y subordinados transforman toda su deuda en acciones (quedaria únicamente lo adeudado a Hacienda y Seguridad Social), o bien se acogen a la quita y espera (con una cantidad máxima a pagar aplazadamente en 10 años, de 600.000 euros).