Carlos Alonso y Yago Iglesias ya están en casa
Por Ramiro Espiño
Al-Ittihad ya es historia para Carlos Alonso y Yago Iglesias. El fisioterapeuta y el preparador físico, que coincidieron en el Pontevedra CF como fisioterapeuta del primer equipo y como segundo entrenador del filial respectivamente, llegaron al aeropuerto de Peinador tras un larguísimo viaje que les llevó desde Arabia Saudí a Dubai y París, como escalas en su objetivo de volver a casa.
"Entre oficinas y viajes llevamos sin dormir 35 horas ahora mismo, desde la noche de fin de año, exactamente". Así lo expresaba Carlos nada más aparecer por la puerta de salida de la terminal viguesa. Con rostro visiblemente cansado, pero con la sonrisa en el rostro, tras saludar a amigos y familiares que acudieron a esperarles.
Para hacer más larga la espera, el vuelo procedente de París en el que viajaban ambos, llegó sobre las 12.30 horas del jueves, con unos 45 minutos de retraso. Los nervios se hacían notar especialmente en la novia de Yago, que no veía el momento de poner fin a la angustia vivida en los últimos días.
Los dos quisieron agradecer el apoyo recibido en estos días, tanto de amigos, a través de las redes sociales, como de los medios de comunicación, para seguir aclarando los motivos de su decisión de abandonar Arabia Saudí: "Raúl Caneda ya nos había avisado que seguramente tendríamos retrasos para cobrar, pero eso no fue lo peor, si no el tema del contrato -decía Carlos-. Estás en un país diferente, a nivel social, cultural, de todo, y no tienes ningún tipo de amparo. Desde que llegamos le estábamos reclamando un contrato que nos llegó casualmente el día antes de rescindirlo".
Yago abundaba en los motivos por los que decidieron poner fin a su relación con Al-Ittihad: "Tomamos la decisión a raíz de que nos dicen que no podemos venir, que no podemos salir en estas fechas. Es la gota que colma el vaso por decimocuarta vez. Nosotros sabíamos que íbamos a un país que tienen ese sistema, porque hablando con otros españoles que trabajan para Renfe y para un acuario, allí, nos decían que ellos también tienen esos problemas, pero lo que no puede ser es que no tengas ni donde vivir bien. Cuando nos dicen que no podemos viajar es cuando somos conscientes de que estamos ilegales en el país, y estamos hablando de un país no europeo, con unas medidas de seguridad extremas, es lo que nos hace preguntarnos qué hacemos aquí. Dimos un margen para ver si se arreglaba, pero no podíamos estar así otros cinco meses".
Sobre la forma de gestionar su salida, Yago manifestaba: "No sabemos exactamente cómo salimos. Sabemos que nos pusieron el sello en el visado, pero lo que hicimos en estos últimos días lo sabemos Carlos y yo y mejor que quede para nosotros y nuestros familiares. Lo que podemos decir es que nos plantean un visado en 24 horas, como ilegales, y que no podemos volver en cinco años. Salimos como si fuésemos apestados, sí, cuando lo que fuimos a hacer allí no era nada malo".
Por su parte Carlos abundaba sobre sus palabras a través de las redes sociales: "Yo mismo, en un momento de calentón, escribí en mi Facebook que estábamos secuestrados. Obviamente un secuestro es otra cosa, pero sí que realmente estábamos en un sitio en el que no queríamos estar, retenidos en un país en el que ya no queríamos seguir".
Lo curioso es que según Yago, la directiva de Al-Ittihad incluso quería ampliar su vinculación profesional con ambos: "Queremos dejar bien claro es que a nivel profesional no tuvimos ningún problema, es más, dos días antes de firmar el contrato tuvimos una reunión con parte de la directiva y nos dicen que quieren que firmemos por más de un año y que vayamos aparte de la vinculación del entrenador, Raúl Caneda. Les decimos que no, claro, porque a dos días de venirnos para casa no tenemos el contrato, y en el que nos ponen luego hay cláusulas que no cumplen desde el primer día".
Por último, Carlos quiso también aclarar la participación del técnico grovense, Raúl Caneda, que fue quien les llevó al equipo saudí, en toda esta situación: "La decisión de marcharnos fue nuestra. Eso que quede claro. En el mismo cesped fui hacia Raúl Caneda y le dije, Rául, yo cuando esta gente decida que podemos marchar del país me voy y no vuelvo. Encantado de conocerte y tienes que buscar un fisio. Al día siguiente teníamos un partido importante. Raúl se puso en contacto con nosotros y esa misma noche él viajaba a España, que era lo que teníamos planificado todos. Ya desde España se puso en contacto con nosotros un par de veces y se preocupó de que cobrásemos hasta el último día trabajado, por lo que en ese aspecto le estamos agradecidos".