Pólvora mojada de un Pontevedra que pudo y mereció ganar en Burgos (0-0)
Por Redacción
Cuando un equipo perdona tantas ocasiones de gol el fútbol suele castigarle con la derrota. Lo hizo el Pontevedra, que pudo golear en Burgos, pero se estrelló con su falta de acierto y con la inspiración del portero local, Míkel Aurreko, convertido en auténtico héroe para los suyos, parando todo lo que llegó a su área, aunque al menos los de Luisito no sufrieron mayor castigo, obteniendo un empate fruto de su buen trabajo y orden defensivo.
Los granates fueron muy superiores a su rival durante la primera parte, en la que coleccionaron oportunidades en el área rival, todas resueltas sin acierto. Luego, en la segunda el dominio fue más repartido, pero no así las jugadas de peligro, que el equipo gallego siguió generando en cantidad, pero con idéntica mala puntería.
Tras unos minutos iniciales de tanteo, pronto el Pontevedra tomó el mando y se hizo con el control, circulando con criterio y acierto el balón en la zona de construcción. La primera ocasión clara llegaba en el minuto 26, cuando Jorge García tiene que salvar bajo palos un remate de Abel.
El mismo Abel sería protagonista en el minuto 34. En esta ocasión no vio a su compañero Mario Barco, que estaba sólo, y optó por el disparo, dando inicio al recital de Míkel Aurreko, que salvó con los pies.
Por su parte, el Burgos únicamente creó relativo peligro justo antes del descanso, en un centro de Andrés que se va cerca del poste.
Los comienzos de la segunda parte vieron a un Burgos algo más fuerte, decidido a disputarle el balón al Pontevedra, pero las ocasiones más claras y abundantes para los de Luisito llegarían precisamente en este período. La primera la tuvo Álex González, en una contra, con un disparo que se fue cerca del poste (minuto 47).
A falta de argumentos para inquietar la bien posicionada defensa visitante, el Burgos únicamente inquietaba a balón parado, en corners o faltas laterales, casi siempre nacidas de las botas de Prosi, que en el minuto 48 manda el balón fuera por muy poco, siendo el mismo Prosi en otra falta el que obliga a lucirse a Edu (minuto 59).
La última media hora de partido sería un rosario de ocasiones granates, todas sin terminar en gol, para desesperación de Luisito y sus hombres. Comenzaba la serie con una contra clara en la que Jacobo Trigo tarda en dársela a Mateu, haciendo que éste se situase en fuera de juego, aunque el meta local dejó claro que no iba a dar facilidades, parando el remate igualmente.
Luego fue el turno para Mario Barco, que tuvo en sus botas la mejor ocasión hasta el momento, pero otra vez se encontró con Míkel Aurreko (minuto 70).
Más clara todavía fue la ocasión por partida doble de la que dispuso el Pontevedra a falta de seis minutos para la conclusión. Miki y Mateu fueron incapaces de salvar al portero burgalés, que paró de forma espectacular ambos remates.
Todavía habría una nueva ocasión para hacerse con los tres puntos cuando Álex González, en la última jugada del partido, disparó fuera.
BURGOS CF (0): Míkel Aurreko; Andrés, Ramiro Mayor, Jorge García, Jorge Fernández; Uxío, Prosi; Adrián (Fito, minuto 86), Carlos Ramos (Armiche, minuto 60), Álvaro Antón; y Montero (Diego Suárez, minuto 75).
PONTEVEDRA CF (0): Edu; Miguel, Jacobo Trigo, Capi, Bonilla; Kevin Presa, Abel (Álex Fernández, minuto 55); David Añón (Mateu, minuto 61), Mouriño (Miki, minuto 74), Álex González; y Mario Barco.
Árbitro: Iosu Galech Apeztegia (Navarra), auxiliado en las bandas por Roberto Domínguez Rubio e Iñaki Azanza Alvira. Amonestó a Ramiro Mayor, Míkel Aurreko y al entrenador Mánix Mandiola, por el Burgos, y a Bonilla, Capi y Kevin Presa, por el Pontevedra.
Incidencias: Campo Municipal de El Plantío (Burgos). Unos 2.600 espectadores.
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