Un sólo tiro a puerta y de penalti le da la victoria sobre el Grixoa (0-1) a un rácano Pontevedra
Por Ramiro Espiño & Diego Torrado
El fútbol es un deporte que se juega en un campo rectangular, que cuenta en ambos extremos con dos palos verticales unidos por otro horizontal a los que se les llama portería. Para practicarlo es necesario un objeto redondo, llamado balón, que se puede golpear (no necesariamente maltratar) con cualquier parte del cuerpo, excepto con manos y brazos, con la finalidad de introducirlo en la ya indicadas porterías. Gana el que lo consigue más veces.
Pues bien, Grixoa y Pontevedra tuvieron campo, tuvieron balón, lo maltrataron más que golpearlo, pero parecieron empeñados en olvidarse de esa "cosa extraña" llamada portería, a la que ignoraron de forma tal que entre los dos tan sólo enviaron una vez ese balón entre los tres palos. Fue de penalti. Un penalti tan justo y claro como absurdo, que transformado por Santi Domínguez le dio la victoria a un equipo granate rácano en su propuesta futbolística, poco brillante en su juego y más aburrido aún en su puesta en escena.
Dicen algunos que el fin justifica los medios. Si eso fuese así habría que dar por buena la victoria. Sin embargo lo lógico es pensar que, frente a un rival digno pero modestísimo como el Grixoa, jugando así los de Nando estarán la mayor parte de las veces más cerca de la derrota que de obtener los tres puntos, ya que no siempre tendrán enfrente a un rival tan inocente.
De nuevo un absurdo y rudimentario fútbol directo. De nuevo excesiva distancia entre líneas. De nuevo problemas en la construcción y combinación. Y de nuevo falta de contundencia y seguridad defensiva. Errores repetidos de las tres jornadas que llevamos de Liga, sin atisbo de mejoría. Se ganó, sí, pero la victoria no puede ni debe ocultar que fue más debido a la debilidad del adversario que de los méritos contraídos por los granates, que aburrieron soberanamente al respetable.
Poco que decir de la primera parte. El Grixoa le ponía voluntad. El Pontevedra ni eso. La lesión de Benja, con un posible problema de menisco, pendiente de confirmación médica, vino a alterar un comienzo plácido que ya anticipaba una mala tarde de fútbol.
En esas estábamos, con los porteros de espectadores, cuando una falta lateral mal botada por Santi Domínguez, terminaba de forma tan clara como inocente en la mano de Cholo. Penalti que transformaría Santi Domínguez. El Pontevedra se ponía por delante con su único remate entre los tres palos.
Claro que menos hacía en ataque el Grixoa, que hubo de esperar hasta el minuto 43, cuando Diego González prueba fortuna en una falta frontal, mandando el balón ligeramente alto, sobre el larguero de la meta pontevedresa. Y es que hasta en esto el Pontevedra anduvo poco fino, concediendo demasiadas acciones a balón parado (único recurso ofensivo del Grixoa) en las cercanías de su área al rival, salvadas por la falta de pólvora del equipo de Suso Moure.
La segunda parte no fue mejor. Los granates siguieron con su apuesta por el fútbol directo, aunque probarían fortuna algo más asiduamente, pero o bien sus contras finalizaban sin acierto en el último pase, o con remates a las nubes y sin peligro.
El Grixoa pudo empatar en su única ocasión a falta de once minutos que Adrián Padrón remató fuera
Eso sí, lo corto del marcador hizo creer al Grixoa que era posible la sorpresa. Y se fue arriba, tanto que a falta de 11 minutos pudo empatar, en una salida en falso de Paco, que permite el remate de cabeza de Adrián Padrón, pero el balón se marcharía desviado, fuera.
Los granates durmieron el partido en los últimos minutos, conservando un resultado obtenido con el pobre bagaje de un sólo disparo entre los tres palos. Poco, pero es que el Grixoa no hizo ni siquiera eso.
S.D. GRIXOA (0): Brais (1); Diego Peña (1), Adrián Padrón (1), Cholo (1), Dani Conde (1); Diego Fernández (1), Peque (1); Chenel (2), Mon (1), Moto (1); y Calderón (1).
Sustituciones: David Nogueira (1) por Mon, minuto 46. Brais Calvo (1) por Moto, minuto 58. Losada (1) por Diego Fernández, minuto 68.
PONTEVEDRA C.F. (1): Paco (1); Adrián (1), Pablo (1), Miguel (1), David Feito (1); Tubo (1), Candela (1), David García (1), Fran Fandiño (1); Santi Domínguez (1) y Benja (s.c.).
Sustituciones: Richi (2) por Benja, minuto 17. Moreira (1) por David García, minuto 70. Caco (s.c.) por David Feito, minuto 82.
Árbitro: José Ramón Jiménez Alberte (Ourense), auxiliado en las bandas por Hernández González y Jardón González. Amonestó a Mon, Miguel y David García.
Goles: (0-1) Minuto 25: Penalti por mano de Cholo que transforma Santi Domínguez, engañando a Brais.
Incidencias: Campo de Santa Isabel (Santiago de Compostela). Unos 300 aficionados. El Pontevedra salió con brazaletes negros por el fallecimiento del que fue jugador del primer equipo granate, en el año de su fundación, Foro.
VESTUARIOS:
SUSO MOURE: El entrenador del Grixoa destacó al término del partido que el resultado más justo a su juicio hubiese sido un empate sin goles, además de mostrarse sorprendido con el juego desplegado por el Pontevedra: "A min parécenme moi rácanos, moi feos en fútbol, sobre todo para xogar co Grixoa, que é un equipo inferior, dos que vai a estar pelexando toda a tempada para salir dos postos baixos. Case non nos creou ocasións, un fútbol moi directo, de moita disputa, bastante repregado atrás, practicamente non fixo xogadas de ataque nin ocasións de gol. Nos tampouco lles fixemos perigo, a portería a cero para os dous pode que fora o resultado máis xusto".
Nando: "Hemos sido rácanos, pero nos llevamos tres puntos. Se ha visto un partido muy feo para el espectador pero muy práctico para el equipo"
NANDO: Por su parte Nando ha reconocido el poco juego demostrado en el campo de Santa Isabel, pero ha priorizado una victoria que entiende como trascendental: "Sí por supuesto, hoy hemos sido rácanos, pero nos llevamos tres puntos que en este momento es lo que yo valoro. Ya habrá momento de jugar un fútbol más alegre y más vistoso que le agrade a la gente pero en estos momentos, y más después del palo del otro día, hemos hecho un partido más serio en el aspecto de ponernos el mono de trabajo y nos hemos llevado los puntos. El Grixoa ha sido un equipo muy rocoso, que no ha roto en ningún momento sus líneas, hoy se ha visto un partido muy feo a lo mejor para el espectador pero muy práctico para el equipo y eso es lo que a mí más satisfacción me da".