Manuel Pérez Lourido
Ahora o nunca
Instalados en una crisis económica de alcance internacional, con la familia real atravesando sus momentos de más baja popularidad (y la imputación de alguno de sus miembros en delitos económicos cometidos prevaliéndose de esa condición), después de un varapalo del bipartidismo en las elecciones europeas, va el rey y abdica. Todo está relacionado o todo parece estarlo. ¿Qué pasaría si en las siguientes generales los dos partidos mayoritarios se hunden y emergen partidos de corte republicano?. ¿Aprobaría el Congreso las leyes necesarias para la sucesión monárquica?.
Ahora parece el momento de la verdadera democracia. No la de la sopa boba y el voto cuatrienal, el fútbol, los toros y la bota de vino. Ahora parece el momento de la gente, si es que la gente quiere de una vez tomar las riendas, y que dejen de llevarlos de un lado a otro detrás de la zanahoria.
Tuvo que producirse una estafa generalizada y sin precedente por parte de las entidades bancarias para que el pueblo se echase a la calle y los jueces se apretasen los machos. Miles de jubilados que nunca habían pensado que a estas alturas tendrían que reclamar lo suyo con gritos y bocinazos invadieron las calles de este país por el timo de las preferentes.
Miles de personas de toda edad y condición han ocupado las calles protestando por los recortes en sanidad y educación, la reducción salarial, el paro galopante. Se han cansado de que siempre que llueva sean los mismos los que disfruten de paraguas.
Este es el momento de que se oiga la voz de quienes consideramos que la monarquía es un disparate. Este es el momento de darle la espalda de una vez al franquismo y a su herencia.
Es también la hora del PSOE, un partido originariamente republicano y que se define como tal pero que en Noviembre del pasado año decidió no poner en cuestión la monarquía. Así lo consideró su Conferencia Política. Cuando se anunció el resultado, se oyeron abucheos. Ni las Juventudes ni el colectivo Foro ÿtico estaban dispuestos a merendarse la ética socialista. Pero quienes saben qué tipo de aparato es el llamado"aparato" de un partido sabe también que defiende aquello de "barcos sin honra".
PP y PSOE y los medios afines desplegarán su "gioco di mani" para hacernos creer que un sinsentido como la monarquía tiene sentido en España, en el siglo XXI. Otra cosa es que lo consigan.