Vicente G. Rivas
Las primarias socialistas propician 'extrañas parejas' en Madrid
Muchos observan el proceso abierto en el PSOE con la esperanza de que sea el inicio de la ansiada renovación. Sin embargo, la lucha entre los candidatos propicia situaciones impensables hace pocos meses. El paradigma es Madrid. Tomás Gómez, que siempre se ha situado en posiciones "más a la izquierda" de las propugnadas primero por Zapatero, y luego por Rubalcaba, parece haberse transformado.
No es preciso recordar los encontronazos entre el máximo responsable del PSM y la ejecutiva federal. Alejado de Ferraz, en los estertores del zapaterismo y con las autonómicas de 2011 a la vista, protagonizó el papel de crítico con el ex presidente. Con Rubalcaba dejó el Senado por el nombramiento de M. Tristán como vocal del CGPJ. ÿl argumentó que su decisión era contra el PP, pero en el horizonte pululaban sus diferencias con el aparato.
Los resultados de los comicios de hace 3 años fueron desastrosos para el PSM. Entonces, como hicieron alcaldes y otros barones regionales, se culpó a ZP. En las europeas de mayo repitió fracaso. De nuevo, se responsabilizó a 'otros', pero la dimisión de varios barones regionales puso a Gómez en el disparadero.
Con este panorama, y "quizás para cubrirse las espaldas", como sugieren dirigentes de Madrid, está inmerso en plena campaña de cara a las primarias a favor de... Pedro Sánchez, o lo que es lo mismo, en contra de Madina. Es decir, busca el voto para quien (ahora parece que sin duda) respalda el famoso aparato. Dicen que, incluso, el exministro y ahora europarlamentario, José Blanco, está al pie del cañón en esta labor de favorecer a Sánchez, pero esta es otra historia.
El secretario general del PSM y el aspirante a la dirección federal en poco coinciden, o coincidían hasta ahora. El cambio de actitud del primero ha provocado que en agrupaciones socialistas de ciudades de Madrid, hablen de "no fiarse" de quien han respaldado siempre, incluso enfrentándose a Ferraz.
El propio Tomás Gómez llama personalmente a buena parte de los dirigentes locales para convencerles de que Sánchez es la mejor opción con buenos resultados en algunos lugares pero no en todos. Si la respuesta es negativa a la petición, entonces entran en escena algunos de sus fieles, en concreto su responsable de Política Municipal, Eusebio González, y el portavoz del PSOE en alguna ciudad del área metropolitana de Madrid. A quienes no "entran por el aro" se les responde con un lacónico "muy bien, pues atente a las consecuencias".
Es decir, nada nuevo en el horizonte del PSM, que no se ha separado de los mandamientos no escritos de la FSM de hace años o décadas, y eso que Gómez cuando llegó lo hizo con el aura de renovador, de romper con el pasado, también en las formas.
En una situación así y ante una hipotética victoria de Sánchez y su posible aspiración a las próximas generales, algunos de esos dirigentes locales se preguntan con una sonrisa en la boca "¿Nos volverán a llamar desde el PSM entonces? ¿Para que apoyemos a quién, a Sánchez, a Chacón?".
Lo siguiente serán las primarias que celebren los socialistas de Madrid. Si hace un tiempo, a nivel de Madrid muchos pensaban en el tercer traspiés de 'su' líder como último servicio al partido, es decir, "dejarlo caer solo", todos estos movimientos pueden provocar la reacción en cadena de la aparición de un contrincante. En la mente de muchos está lo ocurrido con Trinidad Jiménez, a quien perjudicaron tanto la improvisación de su candidatura, como el respaldo directo de Zapatero, "del aparato".
No obstante, hay quien piensa en aquel proceso y se pregunta. Si contra Jiménez, en un momento en que Gómez no estaba tan 'quemado' por las urnas, venció por 3,5 puntos (poco más de 550 votos), ¿qué ocurriría ahora? Hagan juego y apuestas aunque, eso sí, aténganse a las consecuencias...