José Antonio Gómez Novoa
Ventana Indiscreta: Le llamaban Charlie
Era un 28 de febrero del año 2008, Carlos P.R. un trilero que cada día se situaba en la esquina de la Calle Orellana/Metro Alonso Martínez, pegadito a Cacao Sampaka observó al retirarse de su dura jornada de trabajo, al lado de la rueda de un Audi A8 una tarjeta de color verde de Caja Madrid y la guardó en el bolsillo de su cazadora coronel tapioca con múltiples bolsillos en los que albergaba todo tipo de objetos: un puro cohiba en las últimas, una navaja multiusos, el envase de un bolígrafo bic, dos barajas de cartas (Fournier y Fundador), un trozo de pistola (dícese de la barra de pan madrileña), un cortauñas con lupa, un pipazo de borisiliclato, 3 CD de música, dos relojes Casio analógicos sin pulsera, 5 tarjetas telefónicas caducadas, una billetera vacía, 3 paracetamoles..
Charlie llevaba 15 años utilizando el mismo truco con poco éxito entre el personal. Había adquirido una rara habilidad en la materia, pero también sufría sus efectos secundarios, y el más acusado era que andaba con la cabeza gacha de continúo lo que producía dolores en la espalda.
Y fíjense, en este caso le fue muy útil para encontrar la dichosa tarjeta verde. De inmediato se acercó al cajero más cercano y introdujo varias combinaciones: 1897, 5432 dándole clave errónea, tiene usted una última oportunidad. Pensó y se dijo para si mismo: 2424 (soñar con patitos y sillas por lo de los bancos), y acertó.
Durante 6 meses extrajo del cajero 20 euros cada día, y era un 6 de noviembre cuando recibe un mensaje en el extracto: "debe usted llamar al 91556789 si quiere seguir utilizando la tarjeta".
Se dirige a una cabina telefónica, nervioso, dubitativo, él que nunca había cometido ningún delito. Bueno, si es verdad que una vez había permanecido 24 horas en el calabozo por engañarse a sí mismo ( Art. 250 bis del Código Penal) y el juez al verlo tan cabizbajo decidió ponerlo en libertad sin ni siquiera tomarle declaración.
Soy el usuario de la tarjeta xxxxxxxx. ¡Buenos días! soy Olvido la secretaria de D. Miguel, era para transmitirle que Vd. está utilizando la tarjeta inadecuadamente.
Charlie: Sí, no lo entiendo, ¿por qué?
Olvido: En cada operación Vd., debe extraer como mínimo 600 euros
Charlie: No se preocupe, así lo haré. Salude Vd. a Don Miguel un gran hombre dónde los haya.