Manuel Pérez Lourido
Baltar
Asoma por el horizonte la cabeza de José Luis Baltar en una pica. Sin boina ni nada. Esta vez la cosa va en serio: hay una denuncia, no son dimes y diretes, secretos a voces o las cuarenta en bastos. El ex-caudillo orensano ha visto como un juez ha admitido a trámite una demanda por prevaricación. La ha visto, pero ya antes seguro que se la había olido, que estás cosas primero cheiran y luego asoman el hocico. No se está 22 años de presidente de una diputación si uno carece de olfato.
A mi me cae simpático este hombre, qué les voy a decir. Más simpático que Camps, más simpático que Rato, que Fabra, que... un hombre que ha dedicado su vida política a luchar contra el paro en su entorno más cercano y aún encontraba tiempo para deleitar al pueblo tocando el trombón en una charanga, es un hombre diferente. Un ex dirigente del PP al que oyes declarar en lengua gallega en una emisora nacional es un hombre demasiado diferente. Se le acusa de ejercer la contratación a dedo de modo compulsivo: 104 beneficiados.
Hay dos posibilidades: que las acusaciones sean ciertas o que no lo sean. Desestimaremos el análisis de la segunda opción, ya que entre probabilidad y posibilidad nos vamos a decantar por lo primero. Me jugaría algo a que, en tal caso, este señor pensaba que hacía lo correcto. No estamos hablando de legalidad ni de ética. Estamos hablando de prácticas ancestrales que ya se producían entre los druidas celtas cuando tenían que nombrar acólitos que le llevasen los palos y las piedras y que han pasado de generación en generación consumando una tradición de gran raigambre en el nebuloso mundo donde no hay límites entre lo público y lo privado. Al menos cuando puedes servirte de lo público para tus intereses privados.
Me debato ente mi simpatía por alguien armado con una boina y un trombón que sin duda ama a su tierra y la titánica tarea de encontrar argumentos que lo parapeten un poco, siempre en terreno de la segunda opción. Porque va a llevar hasta en el dni, como suele decirse. Y si no lleva más es porque este es un tema ya reseso. Voy a resistir la congénita tentación de tirarme al monte y empezar a sacar a pasear nombres como Camps, Fabra, Matas (correligionarios de poco impoluto expediente) para afirmar luego que me fiaría más de Baltar, quien dijo que la mitad de los votantes le votan a él y la otra mitad al PP. A sincero no le gana nadie.
Se pide celeridad en el procedimiento jurídico, ya podían hacerlo en el dorso de estampitas con el retrato de Pepe Blanco (otro diferente). El timing en política es una baza más y no respeta ni a jueces ni a juezas. Nos queda esperar comiendo palomitas.
9.01.2012