Beatriz Suárez-Vence Castro
Ja y Pe
Me habría gustado ir al concierto de U2 en Barcelona pero, después de ver el numerito de la pareja Bardem-Cruz, casi me alegro de habérmelo perdido.
Alguien debería decirle a Bono que sacar a sus colegas en el escenario igual que si estuviesen vacilando todos juntos en casa, tiene sus riesgos. También pueden contarle que España está más desarrollada de lo que él cree y que, por mucho que estos dos hayan ganado un Oscar, no todos los españoles los adoramos como si llevasen puesta una peana igual a la de la figurita.
Sin quitarles mérito a sus carreras, y reconocer que situarse como han hecho en Hollywood no es fácil, parecen creerse con derecho a todo. Ese complejo de superioridad, visto lo visto, empieza a ser preocupante. Han sido terriblemente antipáticos con la prensa pero con gente como Bono, son tremendamente enrollados, ocurrentes y divertidos. Tan divertidos, que ella se disfrazó de conejita play boy y se puso una peluca rubia, haciendo un impresionante retrato de todo lo que puede dar de sí misma una mujer artista del siglo XXI, y él se marcó un sugerente baile con boa de plumas para su amigo que, no sé a él pero a mí me bajó la libido hasta el suelo.
Supongo que la gente aplaudiría a rabiar porque cuando estamos en grupo nos volvemos muy cobardes y a ver quién es el guapo que los abuchea. Dos megadioses hollywoodienses haciendo el ganso y cargándose un trozo del show. Da igual, se les permite. Si hubiesen hecho lo mismo Pajares y Esteso, porque en esa línea iba la performance, se habría montado la de Dios es Cristo. Se habrían hecho unas colas para devolución de entrada que darían varias vueltas a la esquina. Pero como son ellos, a tragar, y a escribir la crónica al día siguiente de lo cachondísimos que son cuando están a gusto .Lo único que, personalmente, les agradezco es que no haya subido también Pilar Bardem vestida de monja o algo así.
Han hecho gala de un humor evolucionadísimo, más o menos como el de las despedidas de soltero o soltera. Habrá a quién le guste, porque Gran Hermano va por la edición 16, y ello es la mejor prueba de que estamos en un país libre y democrático, en el que se respetan todos los gustos. A lo que no hay derecho es que no se avise antes a los que pensaban que en un concierto de grandes canciones, gran música e impresionante montaje no había lugar para ese tipo de guasa.
El peligro de quejarte de esto es que te llaman rancia y clasista y te dicen que no entiendes la libertad de expresión. Además de ser una sosa. Pero prefiero correr riesgos a no decir lo que pienso, igual que hacen ellos, porque la libertad de expresión, al menos hasta el día de hoy, es igual para todos.
Así que, por favor, aunque es improbable que Bono lea este artículo, yo le ruego encarecidamente y con toda la admiración que tengo por él desde que su álbum The Joshua Tree formara parte de la banda sonora de mi adolescencia, que la próxima vez que se le ocurra una colaboración de estrellas invitadas, se asegure de que las estrellas en cuestión aporten algo más de brillo o si no, haga una rebajita en el precio de las entradas.
Espero que, después de este bochorno que nos ha hecho pasar a algunos, no se queje del pirateo. Si al salir del hotel de Barcelona, ve The Joshua Tree en una manta encima de la acera, le estará bien empleado.
Si pretendemos que el IVA cultural, en un realmente abusivo 21%, se rebaje y no continúe siendo una amenaza para el arte. no le llamemos arte a cualquier espectáculo encima de un escenario. Los artistas consagrados no pueden instalarse en la fama y pretender que todo lo que hagan pueda considerarse una obra maestra. El prestigio deben trabajárselo todos los días, como el resto de los profesionales que han conseguido el favor de la gente y, precisamente, por eso.
Los que compartimos nacionalidad con Ja y Pe somos muy de doble rasero. Muy pelotas. Sale un paisano nuestro en Eurovisión, con una barretina puesta en medio de una canción de Daniel Diges, y casi cambia las reglas del concurso. Si el espontáneo hace algo parecido en un partido de fútbol, lo detiene la Policía y decimos que tiene "perturbadas las facultades mentales". Salen dos actores a tocar las narices en un concierto de U2, y les aplaudimos. Aun contando con el factor sorpresa, la diferencia de tratamiento me parece excesiva.
Que me perdone Bono pero no me extraña que siga cantando aquello de que aún no ha encontrado lo que está buscando. Como siga escogiendo así a sus amigos, no lo encuentra en la vida.