José Benito García Iglesias
El Sanatorio Poza y su director D. Celestino Poza Cobas
El Sanatorio Médico-Quirúrgico Poza fue fundado en 1902, bajo la dirección de D. Celestino Poza Cobas. Estaba instalado en un magnífico edificio en la calle Andrés Muruais que ocupaba el número 3 y contaba, entre otros servicios, con ascensor, calefacción central, jardín y terrazas.
Poseía las instalaciones electroterápicas más completas: radioterapia profunda, radiodiagnóstico, electro-coagulación, alta-frecuencia, corrientes galvánicas, farádicas, galvano-farádicas, rayos ultra-violeta, infrarrojos, diatermia, crioterapia y helioterapia. La sección quirúrgica, constaba de sala de operaciones, esterilización e instrumental, montadas con todos los adelantos.
Será de los primeros pontevedreses en disponer de automóvil propio, importando algunos de Francia para su sanatorio, llegando a disponer, en 1912, de una pequeña flotilla de automóviles, seis de ellos de la marca francesa «Darracq». Algunos de ellos prestaban servicio en la compañía «Autobuses de Pontevedra». Ya en 1907 importara de Inglaterra un turismo «Humber», matrícula PO-19.
En un librito publicitario de la época, ilustrado con fotografías, se nos presenta, con todo lujo de detalles, las instalaciones del Sanatorio Poza con los avances en tecnología y maquinaria médica del momento. En ese librito figuraba como dirección del centro los números 3 y 6 de Andrés Muruais, ya que en el seis se encontraba la casa de la familia Poza y ambos edificios se comunicaban por un pasadizo subterráneo. Este pasadizo se ha encontrado recientemente al realizar unas obras en esa calle, para el Ayuntamiento fue una sorpresa, ya que no había registro de su existencia y al parecer se construyó para uso privado de los Poza, para poder desplazarse de un edifico a otro sin tener que salir al exterior.
Celestino Poza Cobas nació el 22 de marzo de 1868 en Pontevedra. Después de trabajar como carpintero, estudió bachillerato en esta ciudad, Magisterio y posteriormente Medicina, por libre, en Santiago, licenciándose en 1892.
Se embarcó en un navío como médico. Desde 1893, residió en Filipinas. En 1898 le tocó vivir de cerca la guerra, siendo herido en un asalto que un millar de tagalos efectuaron al lugar donde vivía, defendiendo por 14 españoles, después de resistir 40 días, firmaron una capitulación honrosa, quedando Poza y sus compañeros en calidad de prisioneros. En abril de 1899, llega a Barcelona, y a su llegada a Pontevedra es recibido como un héroe.
En Pontevedra se convierte en uno de los hombres fuertes del republicanismo local, pero su personalidad provocó algunos problemas, se producen muestras de malestar entre algunos republicanos "disgustados con el autoritarismo que demuestra el nuevo hombre fuerte del movimiento, Celestino Poza Cobas."
En 1903, dirige la Escuela Laica, también en la calle Andrés Muruais, financiada por el Comité Local del Partido Republicano de Pontevedra, en esta escuela no se impartía ninguna disciplina de religión ni doctrina cristiana. Las disciplinas eran: Gimnasia Higiénica, Música, Fisiología e Higiene, Historia Natural, Historia Universal, Dibujo, Agricultura, Industria, Comercio, Física y Derecho, además de Lectura, Escritura, Gramática…
En 1904 solicita plaza de médico, sin emolumentos, en el Hospital Provincial, sin éxito. Unos años después será concejal en el Ayuntamiento de Pontevedra, en el periodo 1906-1909, participando en las Comisiones de Obras y Policía Urbana, Abastos, Beneficencia, Alumbrado, Cementerios, Abastecimiento de Aguas e Incendios.
En 1908 es propuesto por la Corporación para ocupar una plaza de cirujano, nuevamente gratuita. Celestino acepta, pero un pequeño conflicto con el Director del Hospital paralizó el ingreso. Aunque el asunto fue resuelto favorablemente por el Concejo, Celestino Poza decide renunciar a la plaza. En estos años ya es un reputado medico-cirujano.
A finales de 1914 solicita al Concejo que se le nombre médico honorario gratuito para la plaza que citamos anteriormente, a lo que accede la Corporación, pero pocos meses después es destituido por el alcalde, en una decisión que el periódico La Libertad calificó de "alcaldada".
A título anecdótico, en un libro publicado en 1920, aparece como uno de los socios fundadores del colectivo "Pro-Colón, Español", establecido en Pontevedra. Y también hay constancia de que era masón.
Fue uno de los promotores del Centro Republicano de Pontevedra, y presidió su asamblea constituyente en marzo de 1930. Influirá para que el Centro se defina políticamente a favor del radical-socialismo, triunfando sus tesis y naciendo el Partido Republicano de Pontevedra, del que será presidente en 1931, y su delegado en la Federación Republicana Galega.
Desde 1935 milita en la Unión Republicana, partido del que será Presidente del Comité Local de Pontevedra, resultando elegido diputado en las elecciones de febrero de 1936, en la candidatura del Frente Popular.
Profesionalmente, además de regentar su Sanatorio, en 1931 solicita a la Corporación Provincial, su restitución en el puesto del que fuera destituido en 1915, a lo que accede ésta.
En 1933 es, por breve tiempo, Director interino del Gran Hospital Provincial, pero las diferencias políticas del momento motivaron su cese, aunque siguió como cirujano un mes después.
Con el triunfo de la sublevación militar, será detenido, lo mismo le sucederá a sus hijos Celestino y Luis, y trasladado al Instituto, habilitado como prisión. Cuentan que en ese tempo, realizó un largo periplo por otras cárceles de la provincia, en las que fue sometido a tortura, quedándole sin movimiento una mano, que ejercitaba con una pelota de goma hasta que la recuperó. En ese momento se dejó su ya clásica barba, haciendo la promesa de que no la cortaría hasta que se ganase la guerra. Junto con su hijo Celestino y otros republicanos fue trasladado a la Isla de San Simón. En noviembre de 1936, recibe la noticia del fusilamiento de su hijo Luis, en La Caeira.
Procesado, su consejo de guerra se celebró el 17 de febrero de 1937, siendo condenado a reclusión perpetua con accesorias de interdicción civil e inhabilitación absoluta. Se salvó de la muerte, pero, además de los años que permaneció en prisión, sus bienes fueron incautados, el sanatorio saqueado, etc. Será puesto en libertad en 1941. Lo poco que quedó les fue devuelto en 1943.
Fallecerá en Pontevedra el 8 de agosto de 1954, siendo enterrado en el cementerio civil de Pontevedra.