José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Etapa reina
He ido a comer, uno de estos domingos de julio a un restaurante (no digo aquí el nombre porque el jefe se negó a abonarme los 1.000 euros que le pedí por publicitarlo en mi columna), y acabé opilado como diría el abuelo Benigno. El menú consistía en: chipirones al ajillo, una bandeja imposible abordar; de segundo un pollo picantón; aseguraría que el dueño en principio lo indultó ya que se parecía mucho al pavo de navidad de la familia Obama, acompañado de patatas panaderas rodeando en su plenitud al animalito.
El pudin cuajado al baño maría ocupaba un plato de los grandes, y fue necesario que me levantara e hiciera unas cuantas flexiones para que mi intestino lo aceptara. Acabé con un cortado, chupito de licor café acompañado por dos polvorones gentileza de la casa.
Me costó muchísimo sentarme en el coche y hacer el camino de vuelta al hogar, pero lo logré. Mi destino era llegar al sofá y disfrutar de la etapa reina de los pirineos del Tour de Francia. La bicicleta estática o dinámica siempre ha sido un referente en mi vida.
Llego a las 15,00 horas, y los ciclistas ya están en la Seu d’ Urgell, es decir ya está en el tramo final con tres puertos por delante para subir. Procuro no colocarme en posición horizontal para disfrutar del ascenso, escucho de fondo que Contador se ha retirado por fiebre, hay un numeroso grupo de escapados con una renta de varios minutos sobre el pelotón. Se esperan ataques, teniendo en cuenta que el final es en alto, pero no podrán contar con mi compañía, porque en esos momentos abandono el tour y mi cuerpo se desvanece.
>A las 16,34 escucho sonidos del más allá que me dicen que el pelotón corona el Col de Beixalis, la diferencia de los fugados está por encima de los 8 minutos. Abro un ojo, la mitad del otro, veo a un aficionado vestido de anfibio verde que me hace sonreír y soltar un poquito de saliba por el labio inferior.
17,27 resucito, Dumoloulin ha ganado. Ataca Yates en los últimos metros, Froome sale en su caza, y pegado a rueda Quintana. Está granizando. ¡qué etapa más bonita hemos vivido!.