Manuel Pérez Lourido
Violencia de género y aberraciones varias
Leo que el 27% de los europeos justifican las agresiones sexuales si la víctima está bebida. No sabía que el retraso mental fuese contagioso y que estuviese extendiéndose a tanta velocidad por todo el continente. Unas súbita y perentoria necesidad fisiológica me obliga a abandonar la lecturar para visitar el cuarto de baño pero no me sale ni gota. En esta misma línea, mis ojos caen en una noticia estupefacciente. Un sujeto perteneciente al partido en el que militó la difunta alcaldesa de Valencia manifiesta que la habían apartado de la militancia para protegerla. Suena en mi cabeza "Sarandonga" de Lolita. No porque me apetezca de pronto arroz con bacalao: es solo un instrumento de defensa que mis neuronas han desarrollado para aplacar instintos selváticos que aparecen ante las aberraciones bípedas que debemos soportar, así como sus esputos semánticos.
Volviendo a la estadística arriba citada, conviene señalar que esta también indicaba que, junto a Italia y Portugal, España es uno de los países europeos más concienciados contra la violencia de género. Dinamarca, Suecia y Finlandia soportan las cifras más altas de violencia machista. Estos países invierten más dinero en programas de educación para la igualdad de género que los del sur de Europa. Una especialista del Instituto Europeo por la Igualdad de Género explica que al haber políticas de igualdad más efectivas en el norte "las mujeres son más propensas a hablar sobre situaciones de violencia vividas cuando son preguntadas en una entrevista". Por lo tanto, no es que se produzcan más casos que en otros países, sino que los que se dan son más visibles. En nuestro país la ley del 2007 contra ese tipo de violencia no ha sido acompañada de medidas presupuestarias ni educación en las escuelas, por lo que su efectividad se ha visto mermada.
En los últimos treinta años han sido asesinadas 2.400 mujeres en territorio español, lo que triplica el número de víctimas de ETA en cincuenta años. El año pasado murieron 64 mujeres.
Datos que conviene repasar de vez en cuando para ser conscientes de la barbaridad de la que hablamos. Ante ellos, las retorcidas maniobras verbales de quienes hasta de un suceso luctuoso quieren sacar un rédito político suenan solamente a regüeldo caprino.