Edith Gómez
¿Cómo motivar a tus empleados sin remuneración económica?
Mientras más felices se sientan los empleados en un trabajo, más tiempo permanecerán allí. Tener empleados motivados es sinónimo de productividad. Llegan con mejor ánimo, rinden más y hacen las tareas a tiempo. Esto beneficia de manera increíble a la empresa, por lo que es una ganancia de parte y parte.
Claro está que un buen sueldo es un buen motivo para trabajar, pero existen también los factores psicológicos para mantener activo el personal. Es necesario reconocer los logros, crear un bonito ambiente laboral y ser flexibles en cuanto a los horarios de trabajo. No trates a tus empleados como objetos, sino como seres humanos. ¡Sé un buen líder!
Si quieres conseguir empleados leales, sigue los siguientes consejos:
1.
Dales la oportunidad de adaptar su horario de trabajo a su vida personal. Permíteles también trabajar en casa cuando lo necesiten, de esta manera serán más eficientes y se sentirán más cómodos con su trabajo.
Por otro lado, es importante darles el día libre cuando lo requieran. No permitas que pierdan momentos importantes de su vida familiar por quedarse en el trabajo.
2.
Evalúa las habilidades y aptitudes de tus empleados antes de asignarles un puesto de trabajo. Si están en el lugar donde corresponden, evitarás que se sientan frustrados y de esta manera rendirán más.
No des un puesto de trabajo sencillo, como mensajero o recepcionista, a alguien que sea capaz de realizar tareas de un alto nivel de dificultad. Mucho menos asignes tareas muy difíciles a alguien que no sea capaz de cumplirlas. De lo contrario, los empleados saldrán corriendo si sienten que tienen que hacer algo que no se adapta a sus capacidades.
3.
Proporciónales buenos equipos para trabajar. Cada cierto tiempo envía a un técnico para que revisen sus computadoras e impresoras y asegúrate de que tengan al alcance todo el material que necesiten para cumplir sus tareas.
Invierte dinero en capacitaciones. Mientras más conocimientos tengan, mejor desempeño tendrán en su jornada laboral; nunca des por sentado la importancia del aprendizaje constante.
4.
Si notas que han trabajado arduamente, reconóceles el esfuerzo. No necesitas pagarles un súper bono (aunque sería ideal también) para darles el mérito que se merecen; a veces unas palabras de aliento son suficientes.
Puedes también implementar una cartelera del “empleado del mes”. No te limites a poner solo su foto, sino a hacer una descripción respecto al trabajo que realiza y por qué se ganó el reconocimiento. Aunque todos somos reemplazables en un puesto de trabajo, hazles sentir que no lo son.
5.
Sé claro y específico desde el momento en que los contratas. Explícales lo que esperas de ellos en el trabajo, tanto a nivel laboral como personal.
No permitas que tus empleados se sientan en el limbo, ya que no es nada agradable sentirse así.
6.
Planifica reuniones una o dos veces al mes con el fin de escuchar sus sugerencias y saber cómo se sienten respecto al trabajo. Si ven que se interesan en ellos, sentirán que son respetados.
Háblales de buena manera siempre, tú no sabes si están pasando momentos duros.
Por otro lado, cuando planifiques una reunión, sé puntual. Que seas el jefe no significa que debas jugar con el tiempo de tus empleados; ponte en sus zapatos ¿te gusta que tus empleados sean impuntuales?
7.
No todo debe ser trabajo, ni formalidades. Todo ser humano necesita momentos de ocio, y mucho más aquéllos que cumplen horarios de trabajo.
Averigua qué les gusta hacer y planifica actividades donde todos se diviertan. Puedes organizar campeonatos de algún deporte, ir de excursión a la montaña, ir al cine, jugar a los bolos o hacer una fiesta para celebrar a los cumpleañeros del mes.
8.
Una de las principales motivaciones en un trabajo, es la posibilidad de ascender. El crecimiento profesional es totalmente satisfactorio, por esta razón, permíteles explotar sus habilidades y aprender cosas nuevas.
Mientras tus empleados tengan la posibilidad de ascender, trabajarán de manera más productiva porque se sentirán motivados. Ten en mente que trabajar por una meta, es motor fundamental para hacer las cosas bien.