José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Referentes
Durante todo nuestro paseo por la vida nos alteramos con pequeñas cosas que nos afectan. Vamos de compras y esperar en la cola ya nos molesta. Un pequeño dolor en en el dedo índice nos asusta y nos hace suponer grandes adversidades. Permanecemos en nuestra zona de confort, inmóviles ante la realidad que nos rodea.
Políticos que nos mienten a discreción, guerras absurdas, corrupción, desigualdad, pobreza, abandono de las personas dependientes, explotación de los trabajadores, salarios indignos y un sinfín de cuestiones que se dibujan en un tercer término.
Se dedican grandes titulares a lo que nos hacen creer que importa; las maldades del aceite de palma, Brexit, Gibraltar, la situación de Venezuela, Belén Esteban, Corea del Norte, la coherencia de beber coca cola o no la separación de David/ Paula y nosotros como corderitos les seguimos.
Los telediarios dedican 30 minutos a relatar los atentados, la vida de los asesinos, a resaltar imágenes impactantes de la muerte. Se transmiten valores que configuran la cultura de la violencia y de desprecio a la vida. Nos invitan a practicar actitudes violentas, antisociales y como mínimo a adoptar conductas excéntricas. Con suerte, puntualmente una vez a la semana, insertan una cuña de 30 segundos a las personas que están dando su vida por los demás (quizás se sientan culpables).
No todo tiene que valer en esta realidad que nos venden. Tenemos que poner más en valor a aquellos que desarrollan el arte de la solidaridad, la empatía, la tolerancia, a las personas que son referentes en positivo, a los que luchan cada día por un mundo mejor, a los que se manifiestan por un trabajo digno, a muchos proyectos aparentemente invisibles.
Sí, hoy me estoy poniendo demasiado trascendente. Me siento culpable a menudo, con actitud indiferente y creo, que resto más que sumo en el necesario cambio de la sociedad.