María Biempica
Energías
Parece ser que nos encontramos en un momento en el que hay un mayor peso de las energías negativas que positivas a nivel universal. O eso es lo que me explica un buen amigo al que le cuento mi día a día con relativo entusiasmo. Vamos, que por muy buen rollo que tenga uno, el cosmos y todo su potencial se están encargando de que quieras cargarte a tu vecino sólo por tener un mejor coche que el tuyo. Y yo creo que es cierto, ya que sólo la inmensidad del universo es capaz de hacer que todo nuestro buen talante quede relegado a un "ya empezamos…". Y es que nadie duda de que las energías negativas resultan un verdadero incordio para el ser humano.
Compruebo a través de wikipedia que observaciones recientes (como la que compartió mi amigo, entiendo) demuestran que la expansión del universo se está acelerando. Y que la mayor parte de la materia y de la energía en el universo, lo forman las denominadas materia oscura (26,8%) y energía oscura (68,3%). Y es precisamente ese 68,3% de energía oscura lo que me lleva por la calle de la amargura, pues desde el inicio de La Guerra de las Galaxias, el lado oscuro deviene, en el mejor de los casos, adverso.
Por eso, cuando me entero de que por mucho esfuerzo que hagamos, estamos abocados a sufrir un incremento de nuestra sensación de desasosiego, desgana, desaborío, desgaste y abatimiento, y que aunque muchos pensasen que era consecuencia directa del cambio de estación, de la hipoteca, del capullo de tu jefe o de la pesada de tu madre, pues no, nada que ver. Es el universo.
Nos mortifican con frases de que debemos tener siempre una actitud positiva hasta cuando vas al baño (si vas enojado, el resultado será mucho peor, créanme). O que si haces cosas positivas, el universo se encargará de devolvértelas. Eso sí, puede que cuando menos te lo esperes o cuando menos lo necesites. Por eso sigo los consejos de una corriente hinduista que nos invita, mediante la práctica del yoga, a trabajar "el despertar de la serpiente" o kundalini. La kundalini es la energía intangible y evolutiva que condiciona nuestro estado de conciencia. El ser humano podrá obtener la iluminación sólo a través de estas energías llamadas kundalini. En términos tántricos se habla de unir el cuerpo y el espíritu consiguiendo un estado en el que trasciende la vanidad y se desarrolla la supraconciencia y el amor universal. Y qué caray, me parece la mejor manera de volver a ver con buenos ojos a mi vecino.