Agustín Durán
Mauricio pasará a la historia, pero si hay que cantar, se canta
Con todo el pescado vendido, al Pontevedra le queda un partido de trámite en la última jornada ante el Deportivo B. Independientemente del resultado, el cuadro granate tiene ya adjudicada la quinta plaza en la tabla de clasificación. Un puesto que satisface e incluso parece que alegra a los dirigentes y al máximo responsable del área deportiva. Al resto de los mortales, los que sienten el club, los que saben un poco de esto por tantos años de ver fútbol, les sabe a fracaso. En realidad su opinión les importa un rábano a los que gestionan la entidad, que sólo se acuerdan del pueblo cuando necesitan de su apoyo, sea económico, anímico o para tener más fuerza a la hora de negociar con las instituciones o los anunciantes.
En una sociedad anónima los aficionados son simples clientes, porque se trata de que paguen una cantidad, abusiva en el caso granate porque no se corresponde con la categoría en la que ahora milita el equipo, a cambio de un producto que es el espectáculo deportivo, por cierto tampoco adecuado al precio de los abonos debido a su mediocridad. Hasta ahí estaría todo correcto, pero a diferencia de otras empresas privadas, el club pontevedrés no cuida a sus clientes, a veces los trata con desprecio y siempre les hace responsables de los problemas de la entidad, obligándoles cada cuatro o cinco años a reparar las malas gestiones que se repiten hasta la saciedad.
Recordemos la manida frase de "el Pontevedra será lo que sus abonados y seguidores quieran". Aunque no es cierto, porque en el cortijo granate manda quien manda, sería bueno que llevaran a la práctica ese comentario. La afición viene siendo clara en las últimas fechas, no aprueba a Mauricio Rodríguez y Cía. No hace falta que se manifiesten o vayan a Pasarón con pancartas porque en una ciudad pequeña las cosas se hablan en la calle, las cafeterías, etc. Y es sabido el malestar general.
Por su juventud, mayor capacidad de asociación y ganas de pelear en las trincheras, los grupos de la grada Norte son los que reflejan de manera más gráfica el descontento. Es posible que algunos hayan tenido en otras épocas comportamientos que no compartimos, pero ello no impide que en esta ocasión estén cargados de razón. Y se merecen todos los respetos cuando su lucha es noble. No olvidemos que este sector de la hinchada granate es al que muchas veces se recurrió, porque también es cierto que son los que más dan el callo a la hora de crear ambiente en Pasarón.
Unas veces valen y se hace la vista gorda a algunas cosillas que son reprochables, pero cuando critican y no están a favor se convierten en unos apestados. No desviemos la atención tratando de deslegitimar las reivindicaciones de estos aficionados para ocultar lo que verdaderamente interesa, que el actual Consejo de Administración ha firmado dos ejercicios lamentables y, contra viento y marea, quiere perpetuarse en el poder. Por lo de pronto, sigan o no, la venidera campaña vamos a tener que tragar un nuevo proyecto de los fracasados. Que igual suena la flauta, pero que quieren que les diga, con los antecedentes que tenemos me veo obligado a ser pesimista.
Como no quiero amargarme hago el esfuerzo de ver la botella medio llena, buscar lo positivo. Milo parece un aprovechado por tratar de firmar un contrato de 3 años, cuando supuestamente va a llegar otro presidente a partir del 30 de junio, pero eso es anécdota (con un alto coste económico, eso sí). Lo importante es que el equipo granate podrá tener otro entrenador que le saque más partido, que juegue a algo, que compita, que entrene algo más que ronditos y carrera continua.
De Mauricio y Cía no hay mucho que destacar para hacerle un hueco en la historia, claro que con un poco de esfuerzo podemos decir que será recordado, además de por sus salidas de tono y denunciar a su afición, por haber sido el presidente de la temporada en la que la escuadra pontevedresa ha firmado la peor clasificación de sus más de 70 años de historia. ¿No se lo creen? Les doy mi palabra, esa 5ª plaza que parece con derecho a jugar la Liga de Campeones, realmente es el punto más bajo al que ha llegado este club en lo deportivo. Hubo un séptimo puesto en la década de los 70, pero cuando esta categoría era la tercera real a nivel nacional y no la cuarta como ahora, ya que no existía la Segunda B.
Para rematar en este estado de optimismo que me autoimpongo les aconsejo que no sufran y se diviertan con lo que viene en estas próximas semanas. Pena que no sea televisado, porque incluso el club podría sacar un buen dinero extra. Desde luego que en lugar de pagar un abono por ese espectáculo mediocre que nos ha ofrecido el equipo esta temporada, ese dinero estaría muy bien invertido para ver la lucha encarnizada que se está produciendo en la sombra para hacerse con la entidad. Los que están oficialmente, las que están manejando los hilos en la sombra, los que maniobran desde fuera, los que quieren y no pueden, etc.
La buena serie Juego de Tronos no podría competir con esta historia real, con la trama llena de conspiraciones y traiciones que se desarrolla en torno al trono granate. Parece la corte de un reino medieval, donde la comida y la bebida pueden estar envenenadas o al doblar la esquina de un pasillo te espera la muerte en forma de puñalada trapera. Veremos cómo se manejan los grandes accionistas y qué alianzas hacen entre ellos, porque a día de hoy alguno todavía está jugando con varias barajas. Puede que la ampliación de capital desequilibre una balanza que por el momento no parece inclinarse hacia un lado concreto.
Se me olvidaba comentar que leí que Mauricio Rodríguez se crece con el "castigo" y las críticas e igual esto le llevaba a atrincherarse en el cargo. Entiendo que le va la marcha y cuanto más cera le den menos posibilidades hay de que se vaya. Sí ponen por escrito y ante notario que haciéndole la ola, dándole palmadas en la espalda y cantándole el "adiós con el corazón" o "cuando un amigo se va", deja paso a otro presidente, estaría incluso dispuesto a perder parte de mi dignidad o parecer un Friki. Todo por el bien del Pontevedra.
Lo dicho, Mauricio pasará a la historia (negra, eso sí) del Pontevedra, pero si hay que cantar, se canta.
13.05.2013