Milagros Domínguez García
Y después de Franco, ¿qué?
Se supone que un gobierno elegido democráticamente ha de gobernar para todos, los que le votaron y los que no y han de ser, además de parecer. Por ello me sorprende y hasta me defrauda lo que el gobierno en funciones de España está llevando a cabo en los últimos tiempos.
Haciendo uso (malo en mi opinión) del poder y tras una nefasta gestión, se muestran como vencedores de esto que han convertido en una "batalla" donde han cometido el error de confrontar y enfrentar a los ciudadanos reviviendo así a las dos Españas. Han dividido al país por un afán propagandístico donde se erigen como los ganadores y de esta forma dejando claro que hay perdedores, provocando que haya heridas y cicatrices que vuelven a supurar.
Solo tenían que hacer cumplir la ley, solo eso. Sólo tenían que llevar a cabo un cometido y con poca mano izquierda, carentes de la seriedad que debería adornarles han convertido la exhumación de los restos de Francisco franco en un circo de siete pistas. Muchas veces les he escuchado decir que en una europa moderna no se entiende que un dictador esté enterrado en un mausoleo. Me horroriza ahora el pensar que se vaya a convertir el lugar donde serán traslados sus restos en centro de peregrinaje por despertar un sentimiento ya muerto y enterrado y que así debería permanecer.
Son los responsables únicos y pasarán a la historia como el eterno gobierno en funciones que ha conseguido que la nostalgia de una dictadura hondee en el aire y es que además intentan de una forma casi inmoral achacarle esa culpa a otros.
Meses llevamos a vueltas con Franco mientras las dificultades económicas de las autonomías gracias a su no gobierno se hacen cada vez más patentes. Tiempo de sobra en el que debían haberse percatado de que muchos somos los preocupados por cuestiones quizá para ellos más mundanas, pero que casualmente pertenecen a este siglo y nos complican mucho la existencia.
Espero y deseo que cuanto antes levanten esa pesada losa que cuarenta y cuatro años atrás pusieron sobre el féretro del dictador y acaben de una vez por todas con este sin dios que han organizado. Pero sobre todo querría saber ... Y después de Franco, ¿qué?
Mucho me temo que después de Franco nada. Nada por aquí, nada por allá. Salvo que tengan la gran suerte de encontrarse vacío el sepulcro y puedan entonces emprender la cruzada tras el cuerpo del dictador y de esta forma seguir autosatisfaciendo ese ego impropio de personas que se les supone de sobra cualificadas para llevar a cabo la encomienda que les hicimos en las últimas y no muy lejanas elecciones.