Manuel Pérez Lourido
Coco y Lidia
Voy a perpetrar el artículo más miserable que haya escrito jamás. Hay cosas que conviene avisar y además a la gente le gusta que su prójimo vaya de frente (jamás entenderé cómo se puede ir de espaldas, pero bueno). Este artículo indescriptible surge de una noticia publicada en internet, una de esas con las que tropiezas por casualidad, te caes de bruces, te haces un chichón y la árnica que tienes más a manos es una pieza como esta.
La noticia en cuestión decía que un tal "Coco Robatto", senador de Vox, y su mujer, Rocío Osorno, formaban una pareja que podía llegar a eclipsar a la de Santiago Abascal y Lidia Bedman (sí, yo tampoco sabía quién era Lidia Bedman). Vamos a empezar con el destripamiento:
Si te llamas Coco y eres de Vox, tienes un doble problema para caerme bien. La gente seria no se llama Coco. El único Coco que me caía bien era un personaje de "Popeye" que además se llamaba Cocoliso realmente. Cocoliso (Swee'Pee en la versión original) era un bebé que Popeye recibió por correspondencia y al que adoptó y bautizó. Es mucho más serio hablar de Cocoliso que del Coco de Vox, cuyo verdadero nombre es Jacobo. Las noticias sobre el senador Robatto (espero que se hayan fijado bien en este apellido) dicen que comparte estilo y tiene los mismo gustos que Abascal, al que además se parece mucho físicamente. Como ven, el asunto empeora a pasos agigantados. Y no se queda ahí, sino que su pareja, Rocío Osorno, es también instagramer, como la pareja de Abascal (¡no me digan que tampoco lo sabían!). La tal Osorno es diseñadora, especializada en vestidos de novia y de fiesta. Además, continúa la gacetilla digital, ha hecho una colección cápsula de la marca Tex para Carrefour. Conozco bien esta marca porque soy un indigente mental a la hora de vestirme y sigo siendo fiel a esta cadena (no como nuestro flamante vicepresidente Iglesias, que hace tiempo que se viste con mayor derroche estético y pecuniario), por tanto, esto de la "cápsula" de la marca Tex (que entrecomillo porque, igual que usted, no tengo ni idea de qué significa) me parece un paso atrás en su carrera como diseñadora de alto standing.
Se apunta en la noticia que Coco es hijo del presidente del Consejo de Administración de Pescanova y amante de los deportes y las motos. Acabáramos. Si yo fuese hijo del presidente del Consejo de Administración de Pescanova, sería amante de los deporte y las motos, amante bandido, corazón, corazón malherido y me haría llamar Cocoliso en lugar de Coco, solo por vacilar. Dice el avieso redactor del reportaje que su cuenta de Instagram está infestada (este adjetivo es de mi cosecha) de imágenes de Coco practicando submarinismo, posando en su moto en camiseta de tirantes o de rally por el desierto del Sáhara. Ocupaciones cotidianas de gente con mucho dinero y tiempo, sean senadores por Vox o no, clones de Abascal o simples mortales.
Hay una afirmación en la crónica que me dejó temblando el colodrillo y no consigo recuperame desde entonces. Remarcando las similitudes entre Coco y Abascal se asevera: "Los dos tienen el mismo estilo, comparten barba, músculos y afición por la ropa ajustada". Toinnnnng. ¿Estamos ante un "modelo Vox" de macho-man, madelmán, geyperman o algo semejante? ¿Conseguirán disuadir a Ortega-Smith de sus parafilias militaristas anti-Daesh que le sitúan a la altura de un niño de primaria jugando a la guerra y matando enemigos ficticios delante de las cámaras?
Ya lo decía Caraoscura, allá por 1994: "el mundo es muy chico, es como un garbanzo: si se pone duro hay que remojarlo". De esto es de lo que va, verdaderamente, este infame artículo.