Vicente G. Rivas
Octubre, mes clave para el Caso Pescanova
En Galicia se habla de las preferentes y sus afectados, del paro, de la deriva que está tomando la sanidad pública pero bastan un par de días en estas tierras para percatarse de que, a pesar de que se había caído de las primeras páginas de periódicos y de las aperturas de radios y televisiones, el caso Pescanova y las circunstancias que lo rodean interesan a mucha gente, como pone de manifiesto los últimos datos relacionados con la contabilidad de la compañía que se están dando a conocer esta misma semana.
Desde un punto de vista social, la repercusión de una de las grandes joyas de la corona de la economía gallega es innegable, no en vano miles de personas dependen laboralmente de la supervivencia del gigante. Ahora, tras las divergencias entre los accionistas mayoritarios y la intervención de la misma, a lo que se suma el último informe de KPMG que revela la presentación de cuentas para ocultar la deuda real, todo está pendiente de las instancias judiciales y las decisiones que se puedan adoptar en un futuro próximo.
La vertiente política ha sido espoleada por la crisis económica que vive España y a la que no es ajena Galicia lo que a su vez ha desembocado en el conocimiento de las cifras reales sobre la situación de Pescanova y las relaciones de Manuel Fernández de Sousa, presidente y hombre fuerte, con los representantes públicos de la Xunta de Galicia durante lustros, en especial a través de las entidades financieras gallegas, hasta que la burbuja inmobiliaria puso las cartas sobre la mesa.
Hay inquietud tanto entre la ciudadanía, como entre la clase política por lo que pueda ocurrir con quienes supuestamente han cometido los delitos que el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, les imputa. Es, nada más y nada menos, el núcleo duro que acompañaba al presidente de Pescanova en el consejo de administración.
El análisis de las repercusiones que puedan derivar del asunto hasta salpicar a representantes políticos a nivel regional queda en un segundo plano hasta conocer los movimientos que Ruz pueda adoptar desde la instancia judicial. Sin embargo, hay quien se prepara para lo peor, como por ejemplo el propio Fernández de Sousa. A pesar de que sigue intentando mantener su poder dentro de la compañía, incluso bordeando las decisiones judiciales, un dato pone de manifiesto que no las tiene todas consigo. Este tiene que ver con la elección de su defensa. En contra de lo que muchos podrían esperar, Manuel Fernández de Sousa, en lugar de letrados especializados en temas económicos, fiscales y societarios, se ha decantado por Gonzalo Martínez Fresneda, experto penalista, para enfrentarse, por ahora, a los delitos de falseamiento de información económica y financiera, falseamiento de cuentas anuales y uso de información relevante. No es este un dato insignificante puesto que da a entender cuáles pueden ser los caminos por los que discurrirá el asunto. Es evidente que la zozobra que se palpa entre la ciudadanía no es la misma que acompaña a la cúpula que, hasta hace bien poco, llevaba las riendas de una compañía considerada modélica pero que la realidad ha resquebrajado por todos los flancos.
En círculos políticos dicen que octubre puede ser un mes clave. Algunas fuentes apuntan a decisiones de la Audiencia Nacional contundentes contra Manuel Fernández de Sousa, contundencia que podría pasar por su ingreso en prisión en otoño. Es evidente que ese sería un capítulo importante en la vida económica gallega que intentará ser aprovechado a nivel político tanto por la Xunta, como por la oposición.
Además, como sucede en estos supuestos, una información de calado como esa permitiría calmar un poco los ánimos y desviar la atención sobre las actuaciones de la CNMV en relación con Pescanova. Lo que es evidente es que existen demasiados claroscuros en este culebrón. Algunos se conocerán; otros se quedarán en el limbo de los círculos de poder. Fernández de Sousa puede pasar por el momento más duro de su vida en pocos meses. Su ingreso en prisión supondría el colofón de la caída del ídolo de barro, del todopoderoso venido a menos. Una mancha demasiado grande.
14/07/2013