Pepy G. Clavijo
Un paseo por Pontevedra
Después de tantos días lluviosos y que poco se pudo salir de casa, hoy con un sol primaveral me apetece pasear y os invito a que me acompañéis.
Como siempre, salgo de casa a las 11, la calle de la Condesa de Pardo Bazán está tranquila, invita a la meditación. La Condesa, Doña Emilia fue poeta, periodista, crítica, traductora, cuentista y dramaturga, es una de las figuras más importantes de la segunda mitad del siglo XIX español.
Tuvo, según Eva Acosta, un papel muy importante en los acontecimientos históricos de su época: la Restauración y la Regencia.
Su relación con grandes escritores de su tiempo, principalmente Clarín y Pérez Galdós son los grandes pilares si queremos recorrer su vida.
Pero, aquí se trata de un paseo y vamos a seguir andando.
Ahora nuestros pies nos llevan a la calle del Arzobispo Malvar, cuyo corazón se encuentra en la Iglesia de San Martín de Salcedo en una urna de plomo, dentro de otra de bronce con el blasón de las armas de la familia con la siguiente inscripción: "Aquí yace el corazón del Excelentísimo Señor D. Sebastián Malvar y Pinto, nacido y bautizado en esta Parroquia".
Seguimos el paseo y nos encontramos en la Plaza de España o del Concello que fue edificado sobre el Bastida Grande, es obra de Alejandro Sesmero, técnico municipal durante once años, hasta que en 1887 le obligaron a dimitir para que su puesto lo ocupara un arquitecto titular, el Ministerio de Fomento le concedió la Cruz de la Orden de Carlos III, merecía más.
Seguimos por la calle de Michelena que se llamó "Poza das rás" por el gran número de ranas que se podían encontrar al transitar por ella cuando llovía, hasta la llegada del Gobernador Civil D. Ramón Michelena, hombre de grandes iniciativas y buen gobernante que la convirtió en una de las mejores rúas. En agradecimiento la Corporación acordó ponerle su nombre.
Y llegamos a la Plaza de la Peregrina. ¿Quién no recuerda al loro Ravachol y la botica de D. Perfecto? Pero tenemos que hablar de la Capilla de la Virgen. Este santuario se empezó a construir el 18 de junio de 1778 según un proyecto de Antonio Souto y costeado por la Cofradía de la Advocación. Como pila de agua bendita se encuentra una concha de gran tamaño traída por el almirante Méndez Núñez desde el Pacífico. En la parte superior del altar, de estilo neoclásico, se encuentra un medallón que representa la Huida a Egipto. Bajando la escalinata podemos terminar el paseo yendo hacia La Herrería, lugar de gozo de niños, palomas y mayores. Su nombre se debe a los herreros que en los soportantes construían las corazas de acero con faldas de mallas o láminas, armaduras con barbote, lanzas, espadas, puñales, escudos y otras armas que por su buen temple tenían tanta fama que a finales del siglo XV los Reyes Católicos otorgaron una ordenanza en la que se disponía: "Que los hombres de mediano estado y hacienda se armasen con los escudos fabricados en Pontevedra".
Toda ella es una bella postal con la que podemos dar la bienvenida al forastero que se acerca, en cuanto a la famosa copla de "Pontevedra é boa vila…", el San Bartolomé al que se refiere es San Bartolomé el Viejo (Casino y Teatro Principal).
¡¡Hasta otro paseo!!.