Tribuna Viva
Historia de José Celso Doval Barbeito
GALICIA ESPAÑA (siglo XX) PENAL DÉ SAN SIMÓN, Y GUERRA CIVIL DE 1936. HISTORIA DE JOSE CELSO DOVAL BARBEITO
José Celso Doval Barbeito nacio en la parroquia de Santa María de Tourón en 1911, municipio de Ponte Caldelas provincia de Pontevedra, era nieto de una familia que llegó a Tourón, procedentes del municipio de Abegondo provincia de A Coruña mandados llamar por una familia noble que poseían casas señoriales y grandes tierras de cultivo en el sur de Galicia. "Parece ser que tenían título nobiliario equivalente a Marqueses" el caso fue que estos "Marqueses" le ofrecieron a los abuelos de José Celso Doval, vivienda y tierras para trabajar en una casa en Tourón llamada <<O Pombal>>, una casa señorial con semejanza a un castillo medieval de grandes dimensiones con una enorme extensión de tierra para que la trabajaran y llevaran todo aquello como caseros*, (contrato de aperceria*). A los abuelos de José Celso en este castillo les nació una hija, la cual fue la madre de José Celso, y le pusieron por nombre Sofía en honor a una de las propietarias del Pombal, llamada D. Sofía, quien también fue madrina de la pila bautismal. Con el tiempo los abuelos de José Celso adquiriron en propiedad, una casa con terreno frente a la puerta principal del Pombal y así pasaron a vivir entre la nueva casa y aquel Castillo, siguieron llevando y trabajando todo aquel inmenso territorio del Pombal y otras propiedades que los tales "marqueses" tenían también en Caldelas, Fornelos y por la comarca de Ribadavia.
En la nueva casa frente al Castillo fue donde nació José Celso Doval Barbeito nuestro protagonista, creció y pasó toda su infancia y juventud, entre esa casa el castillo y todo el territorio del Pombal, y entre muchos otros lugares de Tourón y comarca, porque ya de muy joven iba a trabajar para extraer piedra, en las canteras con un tío abuelo y carretar pastas, y propiaños de granito, en carros de bueyes, en la comarca de Ponte Caldelas, y por otros muchos lugares de la provincia de Pontevedra, y en su tiempo libre también recorría con su escopeta y con su perro muchos lugares para ir a cazar conejo, perdiz, liebre, y en ocasiones también lobo y otras piezas de caza. Celso aún hacia el final de su vida contaba historias de caza y de cazadores con gran interés y emoción, al que las gentes escuchaban, con el mayor respeto y atención.
Así y trabajando en trabajos de cantería, donde destacó en muchas esculturas, hechas por sus manos, y otras en su intervención con su tío abuelo, como por ejemplo en la reparación del monumento a San Ramón en Tourón sobre el año de 1927, hoy existen por muchos lugares de la comarca de Caldelas provincia de Pontevedra, Lugo y Ourense esculturas labradas y esculpidas por José Celso Doval Barbeito, donde la mayoría no tienen la inscripción de autor, a día de hoy es muy fácil ver en Tourón una << ¡ L i r a ! >> en el palco de la música esculpida por el con una inscripción donde dice, "voluntarios de Tourón y Buchabad" referiendo que construyeron el palco voluntarios de Tourón y Buchabad, pero lo de la lira solamente fue idea y trabajo de Celso regresando una tarde con el carro y los bueyes vio una piedra en la montaña la cargó en el carro, la transportó, la esculpió y él mismo la colocó y allí está en el palco de la música entrando para la iglesia de Tourón (acogida y protegida por patrimonio de la Deputación provincial de Pontevedra).
Celso, aparte de cantero "en un tiempo determinado", también trabajaba de herrero, en la casa donde nacio en el lugar de Acosta frente al portalón de O Pombal en Tourón. Allí tenía dos forjas donde moldeaba y trabajaba el hierro, y también en otro "tiempo determinado" tuvo una carpintería de madera en Tourón donde su especialidad era la fabricación de carros para bueyes y caballos, aunque también colocó armazones en los tejados, pisos, puertas y ventanas de madera en las casas.
José Celso Doval Barbeito, su tiempo y su juventud transcurría sin grandes problemas ni grandes sobresaltos, pero como en otros lugares de toda España también empezaron a aparecer grandes y negros nubarrones por el horizonte del cielo de Tourón y comenzaron los tiempos difíciles, la sublevación militar y el inicio de la guerra civil contra la República en el año de 1936,
A José Celso Doval Barbeito lo vieron los falangistas por Caldelas el día de la feria, y allí en el campo de la feria (hoy la alameda de Ponte Caldelas) tratando y discutiendo la venta de dos vacas que había llevado y que no se ponían de acuerdo en el precio por culpa de los traquillones (tratantes). Allí mismo lo detuvieron, le recordaron hechos acaecidos ya tiempo atrás, lo acusaron de ir con otros jóvenes a meter un impreso del sindicato de los trabajadores U.G.T. en el buzón, de un cacique, de Caldelas, e ir entre varios a hablar con unos canteros que estaban trabajando en un pueblo de la comarca de Ponte Caldelas sobre un convenio para mejorar los salarios de los obreros de la construcción. También por haber ido él y otros jóvenes a escuchar un mitin de Dolores Ibarruri (la Pasionaria) en el municipio de Lavadores* (Lavadores* a día de hoy integrado y absorbido por el de Vigo).
Y ya, sin más, lo metieron preso en la cárcel de Caldelas. Durante el cautiverio en la cárcel de Ponte Caldelas compartió celda entre otros con Alexandre Bóveda, donde conversaron y entablaron una gran amistad. Celso siempre hablaba de Bóveda referiendo que era una buena persona y un gran intelectual. De la prisión de Ponte Caldelas a Alexandre lo llevaron para la ciudad de Pontevedra y lo fusilaron por la zona de A Caeira,
A Celso lo metieron preso en el penal de la Illa de San Simón, también llamado el Lazareto en la ensenada de Redondela de Galicia. Allí, en el Lazareto coincidió con Adrio Barreiro, con quién Celso, a veces, conversaba. Explicaba Celso que, cuando podían, hablaban y escribían algo sobre poesías, que contaban los días, las noches y las "badaladas" que daba el reloj de aquella prision, desde el mismo día en que llegaron allí.
A Adrio Barreiro como a Alexandre Bóveda también lo fusilaron.
Pero según explicaba y decía Celso, el Lazareto era un infierno lleno de terror. Vio a dos prisioneros arrojarse al mar para escapar nadando hasta la playa de Cesantes, les dispararon y a uno lo mataron mientras nadaba y el otro logró llegar a la orilla pero ya lo estaban esperando. Celso decia que al que sacaban de la celda o de la isla nunca regresó. Celso también decia que no dormían, que no eran capaces. Decía que aquello era un terror, que sufrían humillaciones, insultos, golpes, que eran martirizados. Recordaba Celso, con semblante de tristeza más que de odio, cómo aquellos verdugos los golpeaban con las culatas de los mosquetones en los pies descalzos.
Aquellas noches eran de miedo y de terror; escuchaban abrir los cerrojos de las celdas de algunos compañeros y pensaban: "ahora me toca a mí, ahora van a abrir el cerrojo y la puerta de esta celda". Estaban con miedo siempre escuchando por si abrian el cerrojo. Decía Celso que, por las mañanas, al dejarlos salir ni se conocían unos a otros, hasta que pasaba un buen rato de tiempo.
A Jose Celso Doval Barbeito su madre Sofía y su esposa Lucila, bajo estrecha vigilancia y con su debida autorización, les permitieron ir a visitarlo alguna vez, entre ellas que se movieron,y los dueños del Pombal, y algunas amistades, sobre todo familiares de aquella casa Castillo en Tourón, intercedieron por él y lo dejaron en libertad.
Libre de aquel penal, de aquella prisión; le esperaba volver a padecer y volver a sufrir... Los que lo metieron en la cárcel, en el Penal de San Simón, los que no eran de sus ideas, los sublevados, los que luchaban contra la República, contra el gobierno legalmente elegido por el pueblo Español, lo llamaron a filas <fue obligado y forzado> a ir a luchar por Francisco Franco Bahmonde por aquellos, sus verdugos. Así hablaba y explicaba que no le quedó otra, decía Celso. Lo enviaron al frente directamente a combatir en las trincheras. Combatió en los frentes de Castilla y Asturias,
Según Celso, a su batallón siempre lo mandaban a combatir como fuerza de choque, en terreno desfavorable sabiendo que serían completamente aniquilados y masacrados. Y así, efectivamente, sucedia, contaba Celso al afirmar que los enviaron a morir sin contemplaciones, a propósito y adrede. Hablaba Celso de que en uno de aquellos combates escuchaba cómo silvaban las balas a su lado "pero todos corríamos colina abajo" y llegó a un riachuelo y se encontró con otro soldado de frente. Ambos levantaron sus mosquetones y se iban a disparar con el fragor de la batalla. No se habían dado cuenta de que pertenecían a la misma compañía. Celso decía que empezaron a hablar gallego, Celso hablando en gallego de la costa Atlántica y el otro hablando gallego del interior de Galicia (aquel soldado era de la provincia de Ourense).
Celso contaba y decía que muchos casos como el que les sucedió a ellos, muy a menudo ocurrían durante las batallas y, sobre todo cuando eran a bayoneta o a bayoneta calada, que no se distinguían ni se conocían. En ocasiones eran incluso vecinos del mismo pueblo de la misma parroquia y, como en este caso, los dos de Galicia, uno de Pontevedra y el otro de Ourense. También contaba Celso que muchos familiares, amigos y vecinos, incluso hermanos contra hermanos combatían en aquella guerra fraticida.
Celso contaba que aquel soldado de la provincia de Ourense le dijo: "será mejor que sigamos caminando por la orilla este riachuelo hacia abajo, porque si volvemos colina arriba está llena de cadáveres" y que los acribillarian y si conseguian llegar serían humillados y, tal vez, fusilados por no morir como los demás; que para eso era para lo que los enviaron a aquel sitio. Comentaba Celso que hablaron y acordaron quedarse dos o tres días por allí y luego aparecer. Así lo hicieron. Regresaron en dos días, buscaron a su compañía y, cuando se presentaron, dijeron que se habían desorientado y perdido y que hasta vítores les dieron. Celso terminó la guerra siendo soldado de primera, pero con esa amargura de tener que ir a luchar por sus verdugos y contra sus ideales.
José Antonio
R. D.
06/01/2021
(Esta historia está basada en un hecho real. Si alguien deseara más amplia información, pueden dirigirse a Tourón, a la Villa de Ponte Caldelas y municipio; allí viven familiares, y vecinos que recuerdan a José Celso Doval Barbeito)