Carla Barros Soliño
A contracorriente
Un deportista posee muchas cualidades, esfuerzo, respeto, tesón, constancia, disciplina ... pero sobre todo responsabilidad.
Desde que empezó esta pandemia otros de los grandes perjudicados han sido ellos. Han tenido que abandonar sus entrenamientos en pabellones, gimnasios, campos, canchas... y adaptarse a las dimensiones de un salón, una habitación o un jardín.
Cuando la cosa parecía que mejoraba, muchos de ellos han tenido que buscarse la vida para poder retomar (dentro de lo posible) su actividad.
Trasladarse a más de 30 minutos en coche para poder tener una instalación, realizar entrenos en una playa o una explanada de hierba cerca de sus casas... o en muchos casos seguir conformándose con el poco espacio del que disponen dentro de estas ya que los responsables del deporte en nuestro concello tenían cosas “más importantes “ que hacer, que preocuparse por el bienestar de estas personas que se dedican a hacer sonar el nombre de PONTEVEDRA fuera de este concello, provincia, comunidad o país.
Todo esto les acarrea consecuencias tanto físicas como mentales ... pero saben qué? Eso no les impide seguir luchando día a día por sus objetivos, porque si algo tengo claro es que los deportistas están hechos de otra pasta.
Tener que someterse a pruebas rutinarias cada 15 días, entrenar (en muchos casos hasta 4 horas diarias) o jugar un partido de 90 minutos con mascarilla, mantener distancia de 2 metros con el resto de compañeros para que al final les pongan impedimentos para poder entrenar.
Su RESPONSABILIDAD, está más que demostrada después de ver los porcentajes de casos positivos que se han dado en el deporte y en consecuencia deciden castigarlos con más restricciones. Impidiendo llevar a cabo competiciones por las que entrenan durante meses sacrificando muchas cosas, bloqueando entrenamientos o reduciéndolos a solamente 4 personas.
El deporte es una de las pocas terapias que ayuda a mucha gente a sobrellevar la situación y evadirse del momento tan difícil que estamos viviendo. Buscan culpables en vez de buscar soluciones.
Esta ciudad necesita más cosas que conciertos, fiestas o premios. En estos momentos necesita el COMPROMISO que se adquirió hace casi 2 años por parte de la clase política.
Porque no, no han estado ni están a la altura y la nota es un insuficiente. No se defiende el deporte desde el sofá de casa diciendo amén a todo, porque debería prevalecer la humanidad, los principios y valores de cada persona sobre cualquier ideología política.
Necesitamos a gente al frente que de la cara por todas las injusticias que se están cometiendo , personas que estén a la altura de los pontevedreses … pero para eso hay que estar a pie de calle y no en un despacho, porque Pontevedra grita … pero nadie la escucha.