Carmen Abeledo
Debemos eliminar las desigualdades en el cáncer
El cáncer es igual para todas las personas, pero no todas somos iguales frente el cáncer.
Esta enfermedad aparece, sin hacer distinciones por razón de género, nacionalidad o situación socioeconómica. Recordemos que 1 de cada 3 personas tendrá cáncer a lo largo de su vida y por ello debemos luchar para que todas tengamos las mismas posibilidades para evitarlo, vivir con él y acceder a los resultados de investigación. Es una lucha que nos afecta a todos y a todas.
Somos conscientes de la importancia de frenar la pandemia provocada por la Covid-19 y del gran esfuerzo que están realizando los profesionales sanitarios en toda Galicia. Sin embargo, no debemos olvidar que existe otra pandemia silenciosa, el cáncer, por la que fallecen 300 personas al día en España.
Una pandemia que continúa año tras año y a la que debemos seguir haciendo frente.
La llegada de un diagnóstico a una unidad familiar provoca una situación de vulnerabilidad a todos los niveles: emocional, cuando el miedo, la incertidumbre y las preocupaciones están presentes a la hora de afrontar la enfermedad, los tratamientos y los cambios en la rutina diaria; económico, cuando los ingresos se ven reducidos al encontrarse de baja laboral, en paro, incremento de gastos de farmacia; sanitario, desplazamientos a hospitales, acceso a estudios de investigación, etc.
Esta vulnerabilidad se ha incrementado a raíz de la emergencia sanitaria del coronavirus. Así lo hemos comprobado en el informe realizado por la asociación para analizar el impacto Covid en los pacientes con cáncer, en el que se pone de manifiesto que la emergencia en cáncer apenas ha mejorado en los últimos meses.
Durante el confinamiento, el 34% de los pacientes desarrolló ansiedad o depresión, un porcentaje que ha subido al 41% en diciembre.
Además, casi un 20% de la población con cáncer había empeorado gravemente su situación económica. En noviembre, un 17% todavía no se había recuperado.
Otro de los datos preocupantes es el descenso de un 21% de diagnósticos nuevos durante el estado de alarma. Es decir, uno de cada 5 pacientes o no se han diagnosticado o se ha diagnosticado de forma tardía, lo que conlleva un impacto en la supervivencia y en los tratamientos a realizar. En Galicia, hablaríamos de que 3.000 personas tienen cáncer y no lo saben, o lo descubren cuando los síntomas son más visibles.
Desde la AECC hemos reforzado nuestra actividad asistencial para mantener nuestro apoyo y acompañamiento a todas las personas que nos necesitan. Nuestros profesionales continúan atendiendo emocionalmente, ofreciendo recursos sociales (ayudas económicas, préstamo de material, vales de alimentos, inserción laboral, etc), impulsando la rehabilitación logopédica y acompañamiento por parte del voluntariado, en las sedes distribuidas por la provincia de Pontevedra y en los domicilios.
Nuestro objetivo es acercar nuestra atención allí donde se nos necesite. Por eso, es tan importante que todos nos pongamos de acuerdo y eliminemos las desigualdades ante el cáncer: Que toda la población tenga fácil tomar decisiones saludables para evitar hasta el 50% de los casos de cáncer. Que toda la población española pueda acceder a los programas de cribado de cáncer independientemente de su lugar de residencia. Ayudar a las personas con cáncer a afrontar el miedo y disminuir la sensación de soledad no deseada y que pacientes y familiares puedan acceder a tratamiento psicológico especializado. Que el cáncer no provoque pobreza en las personas con cáncer más vulnerables. Que nadie se quede sin diagnosticar como consecuencia de cualquier tipo de crisis. Duplicar la inversión hasta alcanzar los 3.000 millones de euros para investigar el cáncer en el 2030 y todos los tipos de cáncer tengan oportunidad de ser investigados.
Porque si todos nos ponemos de acuerdo, conseguiremos proporcionar una atención oncológica que cubra todos los planos que se ven afectados durante todo el proceso de enfermedad y seguiremos avanzando en investigación para mejorar el índice de supervivencia.
Hoy son otras personas, pero mañana podemos ser nosotros.