Lucía Lourido
Pontevedra, una emoción especial
¿¿Conocéis esa frase de la canción que dice: "Sevilla tiene un color especial"??
Pues yo voy a decir: Pontevedra tiene una emoción especial. Os cuento mi fin de semana
Empezamos por la cada vez más conocida Feira Franca.
Resulta que a mi amiga Patricia le encanta el teatro, y me cuenta que se va a poner junto con otra amiga de estatua ambulante (de estas que están quietas por la calle y cuando le echan una moneda, se mueven). Como yo no tengo tanta paciencia para estar sin moverme ni hacer nada, me dije:
¿Qué puedo hacer yo?... Pues cuando me echen una moneda... ¡bailo!
Y así fue. Me marché volando la misma mañana del sábado a por un traje de princesa medieval, agarré una silla del jardín, unos cojines para montar mi trono real y me preparé un cartel que decía lo siguiente:
"Soy una princesa aburrida en su alcoba. Echa una moneda ¡y enciende la radio para que pueda bailar! ¡¡Gracias!!"
Así cada vez que echasen una moneda, podrían darle al "play" y yo... ¡actuar!
La verdad es que me encanta bailar, no tengo problemas si hay público, gente, en tarima y demás, pero en la calle agota. Porque tienes que hacer un esfuerzo sobrehumano para que te haga caso la gente, llamar mucho la atención (normal, había muchos chiringuitos, luces, puestos... mucha distracción). Incluso algunos se llevaban por delante la radio y mi cartel. Me consoló un amigo que tenía un puesto montado:
-No te preocupes, la gente no ve nada - me decía¡A mí me llevan por delante las columnas!)
El caso es que sigo bailando. La implicación de los jóvenes fue genial. Saqué a bailar a niños con globos, me sacaron a bailar caballeros con espadas, y se unieron a mí adolescentes de diverso perfil:
-¿Podemos bailar contigo? Me decían unas chiquillas de 15 años.
-¿Cómo haces ese paso?
-¡¡Mi amiga puede cantar!!
-Pues claro, ¡canta, canta!
-¿De verdad? ¡Qué guay! Pues después hablo de ti en mi face y te tuiteo.
-Vale ¡y yo hago lo mismo! le respondo.
-¿Sí?
-Claro, yo escribo un blog e igual que hablo de un grupo de chicos que tocan rock en el Local de Música de Pontevedra, también puedo hablar de ti si cantas.
-¡¡Qué guay!!
Y ya empiezan todas:
-¡Pues a mí me gusta la fotografía! ¡Mira qué fotos más chulas saco!
Y yo, animándolas a que se dedicaran a lo que les gustaba:
-¡Pues yo voy a estudiar Administración de Empresas!
-¡Y yo Comunicación Audiovisual!
-¡Muy bien muy bien!
Jajaja
Me quedé con eso, ENTUSIASMO E IMPLICACIÿN. ¿Quién dijo que los jóvenes no se interesan por nada? A lo mejor somos los adultos los que no sabemos hacérselas interesantes como sí saben hacer los diseñadores de facebook y demás aplicaciones de internet.
Sí que se interesan. Y mucho. Y no sólo por quién es el que más aguanta al beber.
Además también tienen grandes dotes comerciales Me decían:
-Si cantamos y bailamos contigo ¿nos llevaremos la mitad de los beneficios?
-Y si pasamos la cesta y te conseguimos que la gente eche pasta ¿luego te haces un tatuaje en el puesto de nuestra amiga? ¡¡Ya dije que te lo ibas a hacer!! (SOCORRO, esto sí que es VENTA DIRECTA, y no lo de R de ir por las puertas)
Estoy segura de que siempre habrá alguna cosa que les apasiona. ¿Por qué los docentes (y adultos en general) en vez de encarcelarlos no les ayudamos a descubrir cuál es?
¿Que la juventud no se mueve? Las chiquillas se morían por conseguirme dinero, me promocionaban, pasaban la cesta
-¡ÿchenle una moneda a Lucía! ¡Quiere ser modelo...y bailarina!
Jaja ¡Yo me partía!
O me repartían tarjetas. O
-Sí sí, ¡yo te difundo por twitter! ¡Y facebook!
Después me viene otro chico:
-Oye me encanta esto que haces.
-¿Lo qué?
-Pues esto, ¡me encanta todo! Que bailes, aquí en la calle, que bailes tu música
-Pues, GRACIAS
En esto que escucho a un grupo de jóvenes coreando a un chico de la pandilla, que me había echado también una moneda:
-¡Que baile, que baile!
Y yo:
-A ver, ¡ven a bailar!
-¡Ay qué vergüenza! Es que no es mi estilo de música...
-Pues a ver, pongo otro, ¿cuál te gusta?
(Se ponen a cantar pachangada)
-No, va a ser que no tengo música de esa. Pero buscamos, ¡toma! -Digo, pasándole la radio.
-¿Pero no tienes un pen drive?
-Sí.
-¿Y bailas lo de la radio?
-Sí, también.
-Eso es magia.
-¿El qué? No ¡es encender la radio!
-No, yo pensé que tenías todo en un pen, ensayado pero también bailas lo de la radio en directo, ¡¡QUÿ MÁGICO!!
Y después de esta noche tan tan "mágica", el domingo.
(Continuará)
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