Jeannette Ramos Vega
27 días: El vaso de agua
Una copa de vino para contarte un poco de mi vida, un café para hablar de nosotros y un vaso de agua para despedirnos para siempre. Los finales siempre son difíciles. Una mezcla de nostalgia e inseguridad interrumpe mis silencios íntimos con pensamientos llenos de preguntas.
No importa lo que esté concluyendo, siento muchas cosas a la vez, aun cuando ese final haya sido mi decisión. Yo elijo pensar que todo en mi vida tiene un propósito, estoy montada en una montaña rusa que no se detiene, gira, camina, corre, vuela, sube y baja para volver a subir. No hay manera en que pueda consumir un cigarro completo en esta vida. Me convierto en humo denso que me envuelve y va mostrándome el camino, las opciones, a veces claras y otras inciertas.
El final es parte del principio de otra cosa. Hace mucho entendí que no puedo controlarlo todo, pero sí puedo vivir como si lo estuviera controlando. Puedo entender los procesos mejor cuando veo las cosas desde afuera, a distancia. Los grandes problemas se tornan pequeños y los pequeños simplemente son inexistentes.
Me ha tomado 27 días consumir esta copa de vino sola sin ti. No puede ser tan complicado entender. Hoy no te invitaré a un café. Esta mesa está casi vacía, el último pedazo de pan desapareció frente a nosotros. Lo perdimos. Solo espero a que termines ese vaso de agua fría, si estuviste atento, sabrás cuándo decir adiós.