José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Es necesario
A día de hoy, existen más de un 20% de personas mayores en España, es decir, aproximadamente de 9 millones y de ellos un 31,6% tienen de 80 años en adelante. Cuando nos vamos haciendo mayores, queramos o no surgen diferentes problemáticas que nos van a afectar en mayor o menor medida, ya sea cuestiones físicas, psíquicas o problemas de salud. Reflexiono sobre ello después de pedirme un usuario de 85 años que le ayude en una operación bancaria en el cajero. Me enternece que pensara en mí, entre los viandantes cercanos a la entidad. Más aún ahora, que con gorra de invierno y mascarilla tengo más pinta de "atracador", que de honorable ciudadano.
Pongámonos pues en su lugar, o mejor dicho acerquémonos un poco a sus realidades, e intentemos hacerle la vida más fácil. Todos llegaremos a ser mayores, y para cuando lleguemos debemos luchar aquí y ahora por darles alternativas viables que les/nos permita tener una vejez más digna y segura. Nunca es demasiado tarde para empezar:
Hemos mejorado, pero tenemos que dar más pasos en la organización de las ciudades. En algunas es imposible encontrar un banco para sentarse y descansar o hablar tranquilamente con alguien del precio de la luz o de política. En otros lugares, se ha optado por un biogimnasio "saludable" al aire libre que no utiliza nadie, por razones de mantenimiento o de no estar adaptado al usuario. Es necesario planificar las ciudades de forma que se tenga más en cuenta a las personas de la tercera edad. Más zonas verdes, más lugares de encuentro.
Todos hemos comprobado que el acceso a los centros comerciales equivale muchas veces a la entrada en un laberinto. Los aparcamientos están tan separados de las tiendas, que después de empujar el carro de la compra tienen que ponerte un desfibrilador. Buscas un lugar de descanso, y el único posible es meter una moneda en un sofá vibratorio abatible o en su defecto sentarte a probar zapatos que no vas a comprar. Las luces intermitentes, las flechas interminables, música a todo volumen. Una sobrecarga sensorial que obliga a salir por piernas si es que encuentras el lugar dónde has aparcado. Es necesario pensar en lugares que sean amigables con estructuras y servicios que sean accesibles.
Casi todos los datos que figuran en los productos de alimentación están escritos para que sean imposibles de leer sin gafas a partir de los 45 años. Más complicado aún que el prospecto de los medicamentos. Es necesario, mejorar el etiquetado de los productos. La información debe estar escrita en letra legible y los textos han de ser comprensibles.
Carlos San Juan, un pensionista de 78 años ha puesto voz a la deshumanización de las entidades bancarias con la campaña: "Soy mayor, no idiota". Sigamos su ejemplo en nuestro día a día. @novoa48