Manuel Pérez Lourido
Rock 'N' Roll Animal
Con sus gafas oscuras y su aparente calma, aquel tipo alto y fibroso de pelo oscuro, corto y rizado, desataba en un abrir y cerrar de ojos una tormenta eléctrica que conseguía domar con su garganta ácida y dulce a la vez. Cuando, en Febrero del 74, Lou Reed, Steve Hunter y cuatro tipos más (bajo, batería, teclados y otro guitarra) dieron en Nueva York el concierto que se recogió como Rock&Roll Animal, se estaba cerrando un ciclo: en la carrera de Reed, en la historia del rock.
Nada de lo que Reed haría después recuperaría aquella firmeza, aquella épica. "Sweet Jane" jamás volvería a sonar igual que aquella noche. Los futuros Sonic Youth, REM, U2, My bloody Valentine... empezaron a gestarse con aquel concierto.
Esto fue siempre así con Lewis Allan Reed, desde su primer disco con The Velvet Underground. Sólo vendió 30.000 copias en primera instancia, pero Brian Eno dijo de él que cada uno de esos compradores había fundado un grupo de rock.
Lou Reed era hijo de judíos y bisexual. Esta combinación hizo que recibiera electroterapia para desarraigar sus inclinaciones. Aunque también gracias a ello (a su progenie, no la electroterapia) obtuvo empleo como mecanógrafo tras dejar la Velvet, en la empresa paterna de taxis. Pero su voz y sus letras no habían pasado desapercibidas para la RCA, para quienes sacó primero Lou Reed y al año siguiente Transformer, producido por su amigo David Bowie. Fue su cima artística y comercial. Todo lo que hizo después quedaría opacado por el éxito de este extraordinario disco.
En los últimos años, Reed permanecería fiel a la denostada línea creativa que arrancó con The Raven (2003), en el que volvería a trabajar con Bowie. Se trata de lo que los anglosajones conocen como "spoken word" y aquí como un tío dando el coñazo mientras suena la música y el se dedica a recitar poesía. Es una disciplina artística tan antigua que arranca con la civilización griega, que la hacía formar parte de sus Juegos Olímpicos. El blues y los beatniks sesenteros la rescataron para el público moderno, ligándola con la música rock y entregándola en brazos del posmodernismo.
Reed fue siempre un artista comprometido consigo mismo y con su propia concepción de la vida y del arte. Esto le deparó cierta distancia con el público, hasta que Warhol lo puso a sus pies. Aún así siempre fue muy superior la influencia de su música a sus cifras de ventas. Fue también un pionero, al dar paso en las letras del rock a toda una gama de comportamientos digamos marginales, vistiéndolos con poesía y acordes épicos. En 1972 sonaba en la radio esa historia de travestidos en busca de la gloria que es Walk on the wild side con ropajes de balada jazzy y pegadiza. Al igual que en Heroin,.... Reed incorporó a su música temas que se consideraban tabús y que dejaron de serlo a partir de entonces.
Musicalmente, desde el comienzo tuvo claro que el pop y el rock eran disciplinas artísticas si el artífice lo era. Sus canciones eran simples desde el punto de vista compositivo, pero tremendamente efectivas. No adornaba innecesariamente unas letras descarnadas y tiernas a la vez, no aturdía al oyente con arreglos efectistas. Ni siquiera su subyugante voz se recreaba a la manera de los croooners, sino que se supeditaba a la narración.
Con el paso del tiempo y conforme los cristales de sus gafas se volvían más claros, su voz adquiría más peso y en directo no dudaba en ofrecer recitados aunque la audiencia demandase rock. Gran aficionado a la fotografía, publicó varios libros con sus trabajos.
Suele decirse que el pasado emite facturas a largo plazo, sobre todo a los menos afortunados. Lou Reed fue uno de estos, y así en los 60's contrajo una hepatitis por compartir una jeringa infectada. Después de haber superado sus adicciones, sufrió un transplante de hígado este mismo año y, fatalmente, sucumbió a su afección hepática. Llevaba cinco años casado con la artista y músico Laurie Anderson, tras otros trece de convivencia. Se ha ido el hombre que mejor mezcló el arte y la música pop. Ya hace una semana, pero habría que llorarle un mes entero.