Vicente G. Rivas
Aznar El Grande I de España: un casi dios
Si hace unas semanas fue el expresidente innombrable, Zapatero, el que recorrió las televisiones para presentar su libro, en esta el turno ha sido para otro ex, José María Aznar, el más Grande donde los haya o hubiese.
No tiene desperdicio nuestro ex. Imbuido de sabiduría extrema (digo extrema, no ultra, eh. No quiero malentendidos) nos permitiría entrar de lleno en los anales de la historia moderna con sus lecciones sobre economía, democracia, humildad, terrorismo, televisión, ciencia ficción Pero alguien optó por un pontevedrés llamado Mariano Rajoy, que tras el desfase casi psicotrópico de su antecesor ZP, nos ha llevado al lugar en el que nos encontramos ahora, es decir, al final de la crisis, perdón de la recesión, que la crisis es ¿otra cosa?
Aznar, en sus paseos editoriales por la capital de su reino (nunca mejor dicho) ha demostrado que es el típico prohombre político, o lo que es lo mismo, un animal de la res publica que tras casi acabar con ella a base de privatizaciones ofrece ahora clases magistrales sobre cómo recuperar el Estado del Bienestar a su manera.
Lo hace por escrito, como en su momento lo de no estar de acuerdo con la democracia, y desde la posición de quien se codeó con otros grandes pensadores de la historia de la humanidad: Bush jr. y Tony Blair. Todo bajo la atención desinteresada del dueño de la casa rural, Durao Barroso. Hace un tiempo, un afamado periodista de apellido muy conocido, en pleno período de frenesí zapateril, me ofrecía una defensa a ultranza del Grande. La conclusión era que nos había puesto en el mapa internacional gracias a aquella juerga en las Azores. Y es verdad, qué narices. El otrora presidente logró que España volviese a los titulares de primera página de los periódicos más importantes del mundo mundial, y no con fotos de gente hurgando en la basura (¡Malditos yanquis!) Este hecho no se producía desde los tiempos de la Armada Invencible, antes de ser vencible.
Algunos pueden achacar a Aznar cierta prepotencia, arrogancia o vanidad pero es envidia. ÿl ha hecho por España más que nadie y tiene todo el derecho, me atrevería a asegurar que la obligación de ser así. Repasando sus logros a un servidor se le ponen los pelos como escarpias. Milagro económico (para sus detractores ladrillo), adelgazamiento de la administración (los de antes lo llaman privatizaciones sin ton ni son), defensa de la sanidad y educación públicas (quienes saben de esto dicen que de aquellas aguas estos lodos), modelo liberal moderno (ultra liberal o neoliberal ultra ortodoxo, según definición de los rojeras) y así podríamos continuar hasta alcanzar el paroxismo político e ideológico.
Pero al "mejor presidente de la democracia" también se le nota cierta humildad porque es una persona cercana, nada alejada de la realidad. En su libro relata que tras el atentado frustrado de ETA gozó de un encuentro ultraterrenal, un contacto a lo Cocoon pero no con alienígenas, ni mucho menos. Como no podía ser de otra manera lo suyo fue con Dios, el de verdad. Y ahí es donde se comprende todo. Alguien que es capaz de hablar con el Todopoderoso y no solo por la noche con el "cuatro esquinitas tiene mi cama", se sitúa sin duda a la derecha del padre. Qué quieren qué les diga. Para mí, después de este trajín editorial, José María Aznar está a un paso de la beatificación o del premio Nobel porque ha hecho méritos suficientes para una u otra cosa.
No creo que regrese a la política española. ÿl está llamado a liderar movimientos a nivel planetario o más allá. No obstante, no nos deja huérfanos porque otros y otras siguen sus pasos allá donde vaya, aunque sea a la presentación de su libro y sin que nadie del Gobierno le acompañe (¡Tomamos nota Mariano!) Es cierto que no tiene a su Marhuenda pero no lo es menos que dispone de profesionales del periodismo, con nombre y apellidos e, incluso, medios de comunicación preparados, prestos y dispuestos para el ensalzamiento.
¿Recuerdan cuando se rumoreó la posibilidad de que pudiera optar a la presidencia del R. Madrid? Ojo al dato, porque como Ancelotti no haga un poquito más que Mourinho (otro grande donde los haya) Florentino Pérez dejará el barco preparado para que lo tome un casi dios. Si para Butragueño el constructor es "un ser superior" ¿Qué adjetivo le ponemos a Aznar el Grande I de España? Merengues, enhorabuena por adelantado, la Décima con él, está en camino.
Por cierto, la autoría del 11M, el mayor atentado terrorista de nuestra historia, según José María no se ha clarificado y si ÿl lo dice