Jeannette Ramos Vega
27 días: Mis decisiones
La idea de hacer algo que no quiero me hace sentir realmente fracasada. Para mí el verdadero éxito como mujer y mi realización individual es haber aprendido a decir que no, a escoger, a dividir, y respetar mis propios gustos y preferencias. Si algo no me complace, no llena mis expectativas, me hiere o sencillamente no me gusta, debo tener la capacidad física, emocional e intelectual de dejarlo fuera de mi vida.
Me llama mucho la atención los momentos en que conscientemente permitimos que esto sea diferente. Y me cuestiono las razones. Hay cosas que no son realmente significativas, que son parte del día a día, pasajeras, que puedo entender. Sin embargo, no es así con las decisiones que definen nuestra vida, nuestro futuro o sencillamente quienes somos. A veces podemos ceder a la presión social. Pero al final, puede que no tengamos claro nuestros valores y principios. No estamos seguros de nada, ni siquiera de nosotros mismos.
Hay acontecimientos en nuestra vida que están fuera de nuestro control. El resto nos permite aceptar, cambiar, sacar, evitar.
Algunos quieren ser extremadamente llevaderos, fáciles o buenas personas y se pierden a sí mismos. Abren la puerta a realidades "sin querer", permitiendo un espacio para los problemas y escenarios que esto traerá en sus vidas. Entonces siempre viven en el caos, disfrazados de personas tolerantes, cuando realmente no hay una estructura que les permita protegerse.
Tal vez soy demasiado analítica y estricta. Es que somos responsables de nuestros actos, y cargamos solos con las consecuencias. Por eso voy a impedir todo lo que pueda perjudicar o complicarme.
Hace mucho tiempo tomé la decisión de ser dueña absoluta de mi vida. Valoro la persona que soy. Mis espacios y mis sentimientos son el lecho donde vivo y descanso. El respeto a mí misma se ha convertido en mi mejor amiga. Inevitablemente me equivoco, me caigo, hay personas que me hieren, pero aprendo, y de inmediato decido prevenir.
Para mi ser empoderada no es escoger el mejor vestido ni comprar lo que me da la gana, viajar o ganar mucho dinero. Cosas como éstas no definen mi fuerza ni mi poder. Lo que realmente me define y me da valor es la inteligencia emocional de tomar decisiones para mi bienestar, detenerme y pesar antes de actuar, protegerme, y elegir sin sentirme presionada por nada ni nadie. Valorarse es importante, poner pautas y poner las acciones donde pongo las palabras.
No soy perfecta, esto es solo mi opinión. Dedica tiempo a conocerte. Eres todo. El respeto más importante en tu vida, es el que te tengas a ti misma.