Pedro De Lorenzo y Macías
Plaza del Teucro: La belleza del barroco y el Mariscal Ney
¡Llega la lluvia, pero débil, agaraminosa y tierna! Nos emboba y cala en nuestros cansinos huesos.
¿Ya habréis discutido sobre Homero y Teucro? Vuestro silencio aclara que este lugar es muy tentador para degustar tapeo y otras delicias.
Estamos en la zona norte de esta plaza, denominada Teucro. Hubo un tiempo que tuvo como nombre "Plaza del Pan", ya que hasta el siglo XVIII hubo hornos de panadería por sus aledaños.
En esta bucólica plaza se concentra construcciones del barroco gallego, con grandes escudos de heráldica.
Observemos el Pazo de los Gagos y Montenegro. Una belleza de esta ciudad. Su construcción la datan entre los siglos XVII-XVII. Su escudo es referente a los custodios de la puerta de la muralla, sita a carón do Ponte do Burgo.
Observar este escudo. En el centro está el que representa a Los Gagos y Montenegro, rodeado de siete pequeños escudos de los siguientes linajes: Ozores, Taveres, Montenegro, Mendoza, Sotomayor, Oca, Castro, Sarmiento.
Al pie del escudo leemos esta inscripción: "Mandaron redificar esta casa Don Antonio Feliz Tavarez Ozores y Sotomayor y Doña María Gago de Oca Sarmiento y Montenegro, su mujer. Año de 1716".
En esta época era frecuente de ostentar los posibles orígenes de las familias nobiliarias. Cada tiempo tiene sus preferencias. Ya os veo observando "La Cámara". ¡Tranquilos, no abre hasta las doce! Queda tiempo de comentar la parte sur de esta coqueta plaza. Indaguemos el Pazo del Conde de San Román.
La imagen es preciosa, pero el Palacio de los condes de San Román fue demolido, solo conserva resquicios de una obra arquitectónica de gran belleza.
Muchos hemos conocido y compartido tertulias con el gran historiador y maestro, Don Alfredo García Alén. Su hermana Celia nos deja un testimonio sobre este enigmático pazo:
"Este palacio contaba con tres cuerpos; en el primero estaba la puerta de entrada, entre dos ventanales, con recuadros barrocos. En el segundo, un hermoso balcón con balaustrada de piedra que recorría la fachada principal y los laterales; tenía dos puertas con enmarcado y frontones curvos partidos, con decoraciones de estilo corintio.
En el centro, el escudo de armas de los Aldao, Gayoso, Figueroa, Castro, Varela, Lobeira y Araujo; entre los dos nichos había dos estatuas centrales que representaban La Esperanza y Fortaleza. Hoy las podemos contemplar en el tejado del Museo, edificio Fernández Flórez. (Ya lo hemos visitado).
El tercer cuerpo, estaban situadas dos ventanas laterales y una puerta central con balcón, con recuadros y frontón curvo, rematando la fachada con la balaustrada y dos elegantes torrecillas circulares con las cinco lises de los Aldao".
Este es uno de los laterales que se conserva, sita en la calle Manuel Quiroga. También se conserva un patio interior en el Restaurante La Cámara, con entrada por la calle real.
Albergaba bustos de emperadores, reyes, filósofos, oradores; algunos se conservan en el Museo de Pontevedra. Aunque haya sufrido grandes modificaciones, entre sus piedras emanan su encanto, su gloria. En junio de 1858 fue sede de La Sociedad de Recreo Liceo Casino, hasta agosto de 1878. Hablaremos de ello.
En la parte este, que ya hemos comentado, está el Pazo de Aranda. Tal vez este conjunto de pazos barrocos sean el mejor reflejo del barroco gallego y español.
Al oeste, observamos estos típicos soportales; acogen a bares de tapeo y el colegio San José.
Los franceses ocupan esta ciudad en 1809, siendo esta plaza el cuartel general del Mariscal Ney; sus tropas se alojaron en la Plaza de La Pedrería, hoy Mugartegui. Napoleón le ordenó que quemase y destruyese esta villa.
Él tomaba sus propias decisiones. La belleza de la villa le embelesó y de su interior emanó: "En Pontevedra el cielo y el suelo son hermosísimos; el entresuelo, malo…".
Tal vez este hecho, fue la causa de la gran derrota que sufrió en Ponte Sampaio, emboscado por Pablo Morillo y Morillo. Ya comentaremos unas pincelas de esta gran derrota del Mariscal Ney.
Vamos de tapeo y a disfrutar del buen ambiente. Nos vemos en breve.
Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: © Sofía Lorenzo Gómez.