CESM Galicia
Carta abierta al presidente de la Xunta: Los retos del sector sanitario en Galicia
Si uno no reconoce sus errores nunca podrá corregirlos.
La autocomplacencia en que está instalada la Xunta de Galicia respecto al estado del Sistema Sanitario, resulta totalmente vergonzoso y cruel.
La campaña en algunos medios, sobre los "mejores" resultados de nuestra CCAA frente al resto, es inaceptable y más propia de gobiernos totalitarios que democráticos. No hace ni dos semanas que la Directora General de RRHH, Sra. Comesaña, nos dijo que éramos la envidia de muchas CCAA. Y, en esta misma sintonía, el propio Conselleiro y la Gerente del Sergas han estado vendiendo estas "maravillas" en el congreso de hospitales celebrado en Canarias hace unos días.
Quien sabe algo de Sanidad, sabe que siempre se puede hacer mucho más de lo que se ha hecho, que las necesidades y la demanda supera siempre la oferta y que nunca es suficiente. Que siempre queda mucho camino por recorrer.
Castelao, hace más de un siglo decía: "Galicia solo merecerá respeto cuando abandonemos nuestra mansedumbre" y "los gallegos no protestan, emigran". Por desgracia, estas citas en absoluto han dejado de estar vigentes a día de hoy.
La población gallega en este último año ha perdido 7.323 personas. Desde la incorporación del actual ejecutivo, en el año 2009, más de 100.000 personas han elegido vivir en otro sitio a pesar del "paraíso" sanitario que dicen que tenemos.
El modelo sanitario actual se encuentra en un punto de inflexión. Está agotado y no responde a las necesidades y a los recursos disponibles. Por ello, consideramos que la política actual de ir poniendo parches (jubilados en activo, médicos sin especialidad, redefinición del papel de la enfermería y del personal auxiliar. etc.) no hacen más que agravar el problema, conduciendo al Sistema a un callejón de imposible retorno.
Estos retos deberán ser acometidos con gran visión estratégica, buscando resultados a medio/largo plazo y con el convencimiento de que el Sistema Sanitario Público nunca es un gasto ni un negocio. Es una inversión y es uno de los grandes pilares de la Sociedad actual y futura.
Para ello deberemos contemplar los siguientes hechos:
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Hoy, la Sociedad es mucho más urbana. La concentración en torno a grandes núcleos poblacionales es un hecho.
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La movilidad territorial y las vías de comunicación son totalmente distintas a las que había a mediados de los años 80, que es cuando se acometió la reforma de la atención primaria en España.
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La disponibilidad de profesionales bien formados y con altas capacidades son, y serán siempre, menores a las necesidades. Y, lo que es más importante, el perfil y las prioridades que tienen y tendrán son totalmente distintos los de generaciones anteriores.
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Las costumbres, necesidades y exigencias de la población han evolucionado. La inmediatez, el espíritu de sacrificio, del no sufrimiento y del bienestar son diferentes.
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La inmediatez y las respuestas rápidas que exigimos hoy en todos los ámbitos, si cabe, se hace más latente en los temas que atañen a nuestra salud.
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Los flujos migratorios y el incremento de poblaciones vulnerables.
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La conjunción de las necesidades sociales con las sanitarias y el incremento de las personas que viven solas.
Por todo lo expuesto y por muchos otros aspectos que inciden de una forma determinante y que tenían mucho menos impacto, o no existían hace 35 años, se hace imprescindible REINVENTAR el Sistema Sanitario Público, y si Galicia quisiese y supiera hacerlo, entonces sí nos estaríamos acercando a la excelencia.
Lo primero es cumplir con la obligación moral, institucional y política (sin la voluntad política no hay nada que hacer) de responder a las necesidades de las personas que viven en Galicia y a las de los trabajadores sanitarios que las sirven, contemplando su desarrollo personal y profesional: "Las personas primero".
Esto supondría adoptar todas las medidas de mejoras de estabilidad, formativas, salariales (hoy los Médicos del Sergas tienen un salario base bruto de 1.238,68 €) y de prestigio social. Es imprescindible recobrar el orgullo de ser sanitario con todo lo que ello significa.
Devolver a los Médicos y Enfermeras su papel profesional. Es decir, que sólo hagan las tareas que sólo puedan hacer ellos. Todo lo demás deberá ser reasignado a otro personal con diversas categorías y funciones. Si es preciso se crearán las categorías necesarias para ello, fundamentalmente Técnicos diversos.
Profesionalizar la gestión. No es posible que una actividad tan compleja, altamente especializada y con gran impacto social y econo´mico, siga en manos de políticos afines, fieles y serviles, que sólo obedecen y atienden a los mandatos políticos y no a los intereses de la sociedad.
Aplicar el principio de la "meritocracia" para los nombramientos de todos los cargos intermedios es fundamental. Los trabajadores del conocimiento sólo reconocen a líderes que, además de estos conocimientos, posean los propios del liderazgo y de un espíritu crítico positivo.
Por la misma razón, los trabajadores en general, y sobre todo los Facultativos, serán lo menos endogámicos posible (especialidad MIR en la propia a´rea) y con dedicación total a un sólo puesto de trabajo. Un servicio clínico se enriquece enormemente cuando más diversidad formativa hay entre sus componentes.
Insistiendo en los nuevos hábitos, costumbres y modos de vida de la sociedad actual, este REDISEÑO del Sistema Sanitario debe implicar nuevas formas en su estructura y en su funcionamiento. Habrá que replantear la Atención Primaria y su dispersión, la dotación de recursos humanos y materiales, toda la atención de urgencias (061, PACs, Urgencias hospitalarias), formas de acceder a la atención especializada y a las pruebas diagnósticas y, fundamentalmente, la atención pediátrica y obstétrica. Y habrá que actuar contra la perversión de la derivación a centros privados concertados. Hay que saber conjugar las variables cantidad, calidad y equidad.
Por último, una pregunta me asalta: ¿dónde está la "Galicia calidade" para el sector sanitario? Por qué no se exige la Q de calidad para este sector tan fundamental y que necesitamos en los "peores" momentos de nuestra vida. Y no sólo desde el punto de vista hostelero, sino también en todo lo que es respeto, confort, habitabilidad… es decir, Humanización extrema.
Vaya como ejemplo de lo que estoy diciendo: Cómo es posible, que en estos últimos doce años, con todas las infraestructuras que publicita el Gobierno, no hayan sido capaces de acabar con los pacientes ingresados durante horas y hasta días en los pasillos.
En definitiva, como dice T. Peters, "estamos en tiempos extremos que exigen respuestas extremas, y nuestra respuesta a la crisis será la manifestación de lo mucho que nos preocupamos por los demás y de la constancia con que lo hacemos"
No nos conformemos con las soluciones parciales a corto plazo. Esto no soluciona el hacer una Sanidad y una Sociedad mejor. Busquemos la Excelencia.
Por Pedro Soler Bordoy
Delegado de CESM Galicia en Pontevedra