Pedro De Lorenzo y Macías
¡Temblor en la Moncloa y bronca en el Gobierno!
"Al séptimo día El Creador descansó, apoyando sus dedos en nuestra Galicia, creando unas rías enigmáticas, plenas de belleza, encanto y duende bohemio".
Don Juan Carlos I, rey de España, fue hechizado por nuestra ría Pontevedresa. Le entusiasmaba el desafío para navegar en ella, que siempre te sorprende con corrientes subterráneas y vientos de capricho.
Vuelve a Sanxenxo y ya le esperan hombres que generan riqueza, empleo y bienestar en los pueblos que los acojan. Son oportunidades que hay que aprovechar.
Le han impuesto que evite actos propagandísticos por la Moncloa y el gobierno.
¡Inverosímil! Nos aconsejan no acudir a su acto de regatista y agradecerle que fue el Rey de la Democracia.
¡Gran temblor en la Moncloa y bronca en el Gobierno! Hemos indagado entre amigos y personas; desean estar en Sanxenxo el sábado para honrar al Monarca que trajo la concordia a nuestra España y generó grandes ingresos para empresas españolas.
Su presencia es un gran testimonio de la desfachatez de la Memoria Histórica, que El Gran Intelectual la modificó a sus intereses.
No nos explicó lo que pasó con Argelia y Marruecos, pero vemos que en estos países aumentan su enemistad contra nuestra España.
Él, fue rey de todos los españoles; ante gran problema con nuestros vecinos, con una llamada suya todo se arreglaría y el Rey de Marruecos recibiría al Presidente, rindiéndole los honores correspondientes.
Es apolítico. Viene a disfrutar de esta ría de duende y patronear su velero “El Bribón”, en compañía de sus amigos.
Los Polemistas del Gobierno se oponen a este disfrute y proponen que una comisión parlamentaria le interrogue sobre sus hechos delictivos. En cuanto a su mandato como rey no hay ninguna causa pendiente. Respecto a su vida privada, antes de jugar a nadie, no veamos la paja ajena cuando nuestros ojos están llenos de vigas. Un referente de Antonio Rey Soto.
Personalmente respetamos todas las filosofías y postulados políticos, siempre que sean transparentes y luchen por una verdadera democracia, dejando al lado sus ansias de dictadura encubierta.
Siguen la controversia sí es conveniente el que venga o que se quede en otro país. Don Juan Carlos se equivocó en su vida privada. Pidió perdón y abdicó en su hijo Felipe, hoy Rey de España.
Es un gran amante de su Patria, España. Antes unida y ahora dividida, generando división, odio y disturbios. Él tuvo el poder absoluto, heredado de Franco. Pero su ideal era establecer un estado democrático. ¡Lo consiguió! Por este motivo, la mayoría de los españoles piensan que debe de establecerse en su Patria, España.
El escribir este ensayo no es motivado por ninguna sigla política; siempre hemos defendido que se deben respetarse mutuamente, dialogar y alcanzar objetivos concretos para el bien de todos los españoles. Todos son necesarios para resolver las muchas problemáticas que nos atosigan.
Don Juan Carlos no viene a politizar ninguna cuestión; desea disfrutar de su gran afición: “Navegar por nuestras rías”. Él ni los organizadores de la regata no hicieron propaganda a los medios. Nos hemos enterado que la semana próxima estará preparando su velero para competir.
Sondeando a varios colectivos, desean desplazarse a Sanxenxo para ovacionarle, aplaudirle, y, si es posible, fotografiarse con Su Majestad.
¡Todos pensamos distinto! Pero no hay que salirse de tono. Los asistentes van por su curiosidad, por el deseo de ver al que fue el REY DE LA DEMOCRACIA. Son de distintos partidos, de distintos enfoques; los unen el agradecimiento de que se haya conseguido una democracia, sin el menor enfrentamiento. Esto es lo que mueve que le ovacionen.
Deseamos a los regatistas, a los asistentes, unos buenos días soleados y aplacibles.
¡Ojalá le dejen la libertad para elegir su asentamiento! Bien merecido lo tiene Don Juan Carlos de Borbón, el Rey de la Democracia.
Ensayo: Copyright © Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: Copyright © Miguel Selas Canga.