Noel Queipo
8 apellidos vascos y 1 película simpática
Estos días estoy en Pamplona por motivos de trabajo, y a parte de hacer mucho turismo (por supuesto) no he podido evitar visitar también el cine. Ir al cine en una ciudad desconocida es también una experiencia turística y, ya de paso, una se quita el vicio fílmico y peliculero.
Me he llevado una gratísima sorpresa en las "salas pamplonicas". Era un día de semana, una sesión de tarde y la sala estaba repleta; pero no sólo eso, había mucha gente mayor. Es algo que me sorprende y mucho porque la verdad es que siempre que he ido al cine he visto que la media de edad es muy joven. Soy pésima calculando edades, pero diría que, en este caso, había varias personas que superaban los 70 años. ¡Chapeau! Ojalá siempre fuese así.
La película elegida fue, como no, Ocho apellidos vascos, y es que la situación geográfica la hacía prácticamente obligatoria. Fui poco después del estreno y fue una muy grata experiencia. La película es una comedia sobre los tópicos y los prejuicios que se tienen de la gente por el lugar de dónde procede, en este caso (como es evidente) se centraba en los prejuicios hacia los vascos sobre todo, aunque también en parte hacia los andaluces.
Antes de entrar a valorar la película, tengo que ser sincera y decir que el verla en Navarra me ha influido mucho y muy positivamente, la película es muy simpática y tiene toques de humor muy "coñeros", pero el verla rodeada de gente que no para de reír influye, te acaban contagiando. Y es que el componente local siempre es un plus y tira mucho en cualquier contenido. Además esta película fue rodada en gran parte en Navarra, en un pueblito que luce muchísimo en el film por su encanto.
Ocho apellidos vascos es una película muy diferente al tradicional y más común cine español, es una película atrevida y divertida que tiene parte de autocrítica a la sociedad española y se ríe de sus propias necedades y prejuicios. Es una comedia con mucho ritmo, divertida y perfecta para pasar un rato entretenido.
La historia es de lo más sencillo, incluso algo floja en su base pero todo lo que surge alrededor, las mil vueltas que se le dan son lo más divertido de la película. Es una película ligera y muy simpática. Resultona. Para pasar un rato entretenido sin más aspiración que esa misma, la de entretenerse y divertirse. Destacaría los diálogos ágiles y rápidos, con chicha y con mucha gracia que le dan vida a la película y que es lo que más provoca la sonrisa constante y las carcajadas momentáneas.
En cuanto a la actuación decir que los cuatro papeles protagonistas no están nada mal representados, son personajes muy diferentes y muy prototípicos pero a la vez muy ricos en matices. Si bien es cierto que destacan por encima los más veteranos, Carmen Machi y Karra Elejalde que demuestran con creces lo que es "llenar" la pantalla, (por ello sus escenas dan mucho juego); también los más jóvenes funcionan, Lago vuelve a demostrar sus tablas y Rovira hace reír como siempre.
Al parecer la película está siendo un éxito en su primera semana en taquilla, y está sorprendiendo por su recibimiento, aunque, como es lógico, también tiene grandes detractores. Hace poco decía Jaime de Armiñán que "Si una película es buena, no muere, y si es mala, nace muerta". Creo que existen más grados para definir un film, no sólo buena o mala. Pero lo que sí está claro es que Ocho apellidos vascos, buena o no, está teniendo bastante tirón y eso ya es una gran noticia para el cine español, todo lo que sea diferente y llame la atención del público para que vaya a las salas, bienvenido sea.