Jorge Reynolds Pombo estudió ingeniería electrónica. Hace 60 años -cuando él tenía 22- se le ocurrió aplicar su formación en la Medicina.
De ahí salió el primer marcapasos. Aquel aparato necesitaba una batería transportable de 45 kilos; actualmente trabaja en la Clínica colombiana Shaio en un marcapasos que mide una cuarta parte de un grano de arroz y que como dice enPontevedraViva Radio, "esperamos que antes de terminar 2018 podamos hacer el primer implante".
Si su nombre ha quedado ya vinculado a uno de los cien inventos más importantes de la historia, podría repetirse no sólo con ese nanomarcapasos, sino con la posibilidad de que dichos aparatos resulten prescindibles y sean las células madre las que permitan la rehabilitación de un corazón dañado.
"Estamos haciendo algunos ensayos iniciales. Los trabajos de regeneración con células madre se están iniciando pero parece absolutamente prometedor", explica en el Cara a cara.
Reynolds Pombo reconoce que mantiene un hobbie en el que no ha conseguido el mismo éxito: los coches deportivos. Hizo sus pinitos como piloto "un deporte en progreso por la tecnología que sale de esta evolución de los coches eléctricos y su observación puede aplicarse en otros campos como la Medicina".
Ha estudiado además el corazón de deportistas; de animales, en especial de las ballenas, siendo partícipe del proyecto Pacificanto. Con sus 83 años participa en la implementación de sistemas electrónicos que permitan a los teléfonos móviles escuchar los sonidos de la contracción del corazón o calcular el nivel de oxígeno en sangre.
¿Y qué hace este bioingeniero científico en Pontevedra? En este 2018 se cumplen 250 años del nacimiento de su antepasado, Francisco José de Caldas, 'El Sabio Caldas' quien pasa por ser el primer científico de Colombia y figura trascendental para su independencia.
Con tal motivo Caldas de Reis y Colombia desarrollan un calendario de actos conmemorativos que han traído a este visionario a Galicia por primera vez.