"Los conflictos no son negativos, no son malos, son inevitables, ineludibles y connaturales a las relaciones humanas. La violencia es intolerable en todas sus formas. Y la violencia es la consecuencia de un conflicto no reconocido, no afrontado y no resuelto positivamente. Los conflictos han sido y son palanca de cambio", dice el invitado a este Cara a cara.
Añade, "no me gusta nada la palabra tolerancia; tiene una carga paternalista y de soportar. Yo voy más lejos: defiendo la intolerancia a actos, actitudes y comportamientos que son intolerables, como son las actitudes extorsionadoras, acosadoras". Tampoco cree en el castigo, "y creo mucho menos en el no castigo".
Por si no te han provocado lo sufiente estas palabras. En su ideario está: educar para la paz y para el conflicto significa educar para la desobediencia: "se nos ha enseñado que la obediencia es una virtud y yo replico con una frase del italiano Lorenzo Milani quien decía que es la más sutil de las tentaciones. La obediencia no puede ser eximente de tu responsabilidad". Un planteamiento que se puede aplicar a un hecho tan frecuente como el bulling.
¿Quién nos acompaña en PontevedraViva Radio y afirma todo esto? Francisco Cascón Soriano; profesor en formación ocupacional, miembro de la Unesco, colaborador en másters de varias universidades en relación a la cultura de la paz y que toma parte en procesos de resolución de conflictos bélicos en países latinoamericanos; así como en centros educativos para resolución de conflictos de convivencia, algunos de notable repercusión mediática.