La concejala María Canosa, dos años subiendo al altar en Santa Cristina de Cobres
Por Natalia Puga
María Canosa, concejala socialista en Vilaboa que en 2022 acaparó titulares por sustituir al cura de la iglesia de Santa Cristina de Cobres cuando se puso enfermo, cumple dos años desempeñando esas labores.
Este fin de semana ha querido celebrar ese segundo aniversario oficiando actos religiosos en la parroquia de Santa Cristina de Cobres con una emotiva celebración, la confirmación de una docena de jóvenes.
María Canosa incluye en su voluntariado cristiano su trabajo como catequista, dirigiendo la formación previa de los jóvenes de la parroquia que recibieron la confirmación en la mañana de este sábado: Anxo,Brais, Antía, Uxía, Lucía, Antía, Roberto, Tomás, Iris y Alba.
El acto estuvo presidido por el nuevo vicario episcopal de la diócesis, Luis Seoane, que oficiaba su primera confirmación desde que en septiembre asumió esta nueva responsabilidad.
La eucaristía se desarrolló de forma amena y distendida y Luis Seoane agradeció "sinceramente" los dos años de voluntariado cristiano de María Canosa, que se encarga de oficiar semanalmente las liturgias de la palabra en Santa Cristina de Cobres desde o 6 de decembro de 2021.
Canoso empezó esta labor con la enfermedad del párroco titular, Guillermo Campos, y continuó tras su fallecimiento en enero de 2022. Desde que el cura se puso enfermo, y para que el pueblo pueda seguir acudiendo a la iglesia, cada domingo abre las puertas, lee el evangelio, acompaña a sus vecinos en su oración, canta y, si quieren comulgar, les da la oblea consagrada previamente por un sacerdote, normalmente, el de San Adrián de Cobres.
No da misa, sino que lo que ella hace es "lectura de la palabra", una posibilidad recogida en el Código de Derecho Canónico y que, si bien no se conoce públicamente ningún otro caso en Galicia, sí tiene antecedentes en otros lugares.
El Derecho Canónico autoriza que personas laicas puedan predicar en una iglesia u oratorio, si en determinadas circunstancias hay necesidad de ello, o si, en casos particulares, lo aconseja la utilidad. La homilía y la consagración quedan reservadas al sacerdote, pero todo lo demás puede hacerlo un seglar. Y cada domingo desde hace dos años, María Canosa se pone ante sus vecinos y, por unas horas, ejerce las funciones de cura.