Maximino estuvo ilocalizado dos horas y 19 minutos en su tarde sangrienta
Por Natalia Puga
Maximino Couto Durán estuvo ilocalizable durante dos horas y 19 minutos en la tarde del 29 de noviembre de 2008, en la que mató a su pareja Rosario Pose en Tourón (Ponte Caldelas) y luego hirió a dos vecinos de su ex mujer Herminia Buceta en Mourente, inntetó entrar en la casa de esta última rompiendo la puerta con un machete e hirió con arma blanca a un agente de la Policía Nacional que intentó detenerle de sus intenciones de matar a su ex mujer y sus hijos, según él mismo declaró tras ser arrestado.
El hombre, que se suicidó dos semanas más tarde en prisión, estaba disfrutando de un permiso penitenciario y había salido de la prisión de A Lama con una pulsera de control por GPS que debía impedirle entrar en una zona de exclusión de 2.000 metros establecida entorno a la casa de su ex mujer en Mourente, contra la que tenía orden de alejamiento.
El sistema de control del GPS desde la Unidad de Vigilancia Electrónica (UCVE) de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias detectó la desconexión entre la pulsera y el GPS a las 16.26 horas, quedando reflejada tal circunstancia en la pantalla del centro de control de Madrid, pero el funcionario que debía controlarlo no adoptó ninguna medida al respecto hasta que a las 18.45 horas la Policía Nacional de Pontevedra le llamó. Maximino Couto ya estaba detenido y ya había dejado a su paso un reguero sangriento.
Además, no era la primera vez en que esto sucedía durante el permiso del que disfrutaba desde el 25 de noviembre. Se detectaron incidencias ya desde la tarde en que salió de prisión, sin que tuviesen ningún tipo de sanción por parte de Instituciones Penitenciarias, de modo que la familia del fallecido considera que éste se había acostumbrado a que sus transgresiones de la zona de exclusión no obtuviesen la respuesta adecuada. Tal circunstancia pudo animarle a volver a invadirla en la tarde de los hechos.
El transmisor que alertaba de la transgresión de la zona de vigilancia alertó y el propio interno llamó a la UCVE a las 20.20 horas para decir que iba conduciendo y que no llegará a casa hasta las 23.00 horas. Además, durante el turno de noche, en que presta servicio el mismo funcionario de la tarde del día 29, hablan con él por teléfono en su domicilio en dos ocasiones porque no está localizado.
Había transgredido la zona de exclusión que debía respetar de casa de ex mujer cuatro días antes
Tales incidencias provocaron que a lo largo del 26 de noviembre, pero sin que conste la hora en los expedientes, tuviese que presentarse en la prisión para volver a activarse el GPS y revisar si tenía anomalías. Entre las 20.00 horas del día 25 y su presencia en A Lama el 26 consta que a las 21.53 entró en zona de exclusión.
Ante la constatación del "mal funcionamiento del dispositivo GPS que portaba Maximino Couto" durante su permiso, su ex mujer y sus hijos han presentado una demanda que ya ha pasado por el Consejo de Estado y ahora está pendiente de resolución ante la Audiencia Nacional en la que reclaman responsabilidad patrimonial de la Administración Pública en los hechos. Consideran que no es que el sistema de localización por GPS funcionase mal, sino que se evidencia funcionaron "anormalmente" las personas destinadas a controlar las alertas que genera ese sistema.
La demanda que ahora está en manos de la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ve que hubo dejación de la Administración de su deber de custodia del penado durante el tiempo de cumplimiento de la condena.
También cuestiona la pertinencia del permiso penitenciario del que disfrutaba Maximino Couto cuando cometió estos hechos y muestra su queja porque su familia no había sido avisada de que estaba de permiso a pesar de tener una orden de alejamiento y estar amenazada por el propio interno, que cumplía una condena por malos tratos a su mujer y sus hijos.
Señala, en este sentido, que ya había incumplido la orden de alejamiento de sus víctimas anto antes de ingresar en prisión como al serle concedido algún permiso anterior.
En un permiso penitenciario del que había disfrutado en marzo ya había incumplido su alejamiento
Se refiere, en este sentido a la posibilidad de que hubiese incurrido en incumplimientos no constatados, pero sí que hay constancia de que ya había imcumplido la orden de alejamiento de 20 años de su familia con carácter previo a su ingreso en prisión para el cumplimiento de la condena a dos años, siete meses y 25 días de prisión. Por estos hechos tenía pendientes de cumplir dos penas de seis meses por quebrantamiento de condena.
Maximino Couto también incumplió las obligaciones impuestas en permisos penitenciarios anteriores, motivo por el que su familia considera que no debía haberle sido concedido el permiso. Así, durante una salida autorizada entre el 3 y 6 de marzo de 2008 ya había ingresado en la zona de exclusión que le fue pautada para el disfrute de su permiso (establecida también en 2.000 metros), hecho que en aquella ocasión la Madrid sí comunicó a A Lama, provocando su ingreso en prisión antes del fin de su autorización.