Javier López, el pontevedrés del anuncio de Freixenet: "Nunca me hubiese esperado algo así"
Por Alejandro Espiño
Asombrado por la repercusión que ha tenido su participación en el anuncio de Freixenet. "Evidentemente nunca puedes esperarte algo así", dice Javier López. Este pontevedrés de 25 años, estudiante de Telecomunicaciones, aún no ha terminado de digerir lo que le ha pasado estas últimas semanas. "Estoy en medio de la época de exámenes y prefiero no pensar mucho en ello para no descentrarme".
Como ya contamos en PontevedraViva el pasado sábado, Javier es una de las quince personas anónimas que este año protagonizan el anuncio de Freixenet, el spot televisivo más esperado de cada Navidad. Renuncian a las tradicionales "celebrities" y el brindis lo realiza gente de la calle, algo que a este pontevedrés le parece una buena idea. "Es una respuesta lógica dada la delicada situación social del país. La verdad no creo que ahora una campaña titánica fuese acertada".
Su participación en el anuncio de Freixenet llegó casi por casualidad. Se enteró que la marca de cava catalana organizaba un concurso. Pedían vídeos de personas anónimas que brindasen por sus deseos para 2013. Y no lo dudó. "Faltaban tres días para que terminase el plazo y dije, voy a mandar algo". Mandó un total de ocho videos, de los que seleccionaron cuatro como finalistas "y de ellos uno como el ganador, que es el que sale en el spot".
Fue el propio Bigas Luna, el director del anuncio, el que se quedó prendado de ese video. En él, brinda por la vida, un gesto que dedicó a sus padres "porque ellos me la dieron y es el favor más grande que podrían haberme hecho". Aunque lo curioso es que sus progenitores no se enteraron hasta que se presentó la campaña. "Aunque suene raro, se me ocurrió de la noche a la mañana y no les dije nada hasta el final".
Y aunque rompa un poco la magia del anuncio, Javier reconoce que el que sale en spot no es él. Pero sí es la ciudad de Pontevedra, concretamente durante los fuegos artificiales de las Fiestas de la Peregrina de este año. "El protagonista es un amigo mío, Carlos Fontán. Yo manejaba la cámara y está grabado desde una de las orillas del río Lérez (concretamente aquí: http://goo.gl/maps/rbwOS), y lo grabamos todo a cámara lenta. Fue llegar, grabar e irnos".
Eso sí, está muy satisfecho con el resultado final del anuncio. "A mí personalmente, por la parte que me toca, me parece muy emotivo". Y eso que no es novato en estas lides. Aficionado como es a la producción audiovisual y a la música (hasta hace no mucho escribía un blog de música electrónica), sus trabajos ya han conseguido recientemente otros reconocimientos. Ganó un concurso internacional de Nokia y logró el primer premio de fotografía de Ron Barceló, lo que demuestra una creatividad que no pasa desapercibida.
Ahora sólo le queda decidir qué va a hacer con los 3.000 euros que Freixenet le ha dado por haber sido seleccionado para este anuncio. Prefiere no desvelar mucho, porque "eso ya forma parte de mi espacio personal, ahí no quiero entrar". Lo único que tiene claro es que lo celebrará a lo grande, "pero cuando termine los exámenes".