La reforma de la Constitución como tema de fondo en el acto de la Subdelegación
Por Anxo Lourido & Diego Torrado
- La reforma de la Constitución es el mejor procedimiento para que la Constitución continúe estando viva, pero tiene que ser realizada con el principio de la prudencia.
Con estas palabras, el catedrático de Derecho Constitucional, Eloy García, trasladaba a las autoridades y al público asistente al acto de conmemoración del 34 aniversario de la Constitución la reflexión sobre la necesidad de reformar o no la Constitución de 1978.
Por su parte, en su discurso, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra recordó que el 6 de diciembre de 1978 representó un antes y un después en la vida de España porque "una vez aceptada y ratificada por referéndum popular, la Constitución se convertía en la ley suprema y en la expresa garantía de una España ávida de reconciliación, generosa y esperanzada que decidía romper definitivamente con su pasado y plantearse, con sensatez e ilusión, un porvenir en torno a nuevos principios e ilusiones".
Antonio Coello también hizo referencia a los artífices de la Carta Magna de 1978: "Se debe a la voluntad de unos admirables representantes de
la voluntad popular que olvidaron antiguas discordias y aparcaron sus diferencias políticas hasta entonces irreconciliables para redactar una norma en la que todos los españoles tuvieron cabida. El resultado ha sido ejemplar y tan eficiente y efectivo que nos llena de orgullo".
El subdelegado del Gobierno en Pontevedra quiso agradecer la colaboración del catedrático, Eloy García, y del artista Antón Pulido, quien obsequió con una obra suya al profesor.
Al acto asistieron el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, las diputadas Irene Garrido y María Paz Lago, el general de la Brilat, José Antonio Alonso, el miembro del Consello Consultivo de Galicia, José Luis Costa Pillado, el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Manuel Almenar, el presidente de la Audiencia provincial, Francisco Javier Menéndez y el fiscal jefe de la Audiencia, Juan Carlos Aladro.
Sin vino ni pinchos, el acto concluyó con la interpretación de los himnos gallego y español por parte de la Banda de la Escuela Naval de Marín.
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