¡Mete tijera sin miedo!
Por Marisa Ciordia
La situación habitual entre el gremio de peluqueros es que los clientes sean reticentes o muy reticentes a la tijera. Este 19 de enero ha sido una excepción en la Academia París de Peluquería y Estética. Una excepción, además, de carácter solidario cuyas beneficiarias serán mujeres que a causa del cáncer y sus tratramientos han perdido el cabello.
Las y los clientes se han cortado el pelo este martes por cinco euros que son donados a Mechones Solidarios; en caso de tener una melena con una largura de más de 20 centímetros, la trenza se dona a la misma ONG surgida hace algo más de dos años. Con las donaciones se elaborarán pelucas para aquellas personas con dificultades económicas que las puedan precisar.
José Luis Bouzas, director de la Academia París, tuvo conocimiento de la ONG por televisión. Buscó información por internet y contactó con Mechones Solidarios para colaborar también con sus iniciativas. Esta es la primera, pero no será la última; ya piensa en una próxima ocasión de cortes y donación de cabello solidarias en plena calle, como se ha hecho en otras ciudades españolas.
En esta ocasión primeriza, la respuesta no ha sido masiva; pero ha habido alguna situación curiosa: "hay quien me ha llamado para decirme que en su momento se cortaron la melena y guardaban la trenza. Con el paso del tiempo ese recuerdo ya no tiene tanto valor, pero han visto que sí puede ser valioso para personas que por enfermedad han perdido el pelo y van a donárnosla", explica José Luis. Así que todavía están a tiempo de tener otro destino esas piezas que pasaron por la tijera en su momento. De otra parte, se ha producido alguna situación más dolorosa: "una chica muy emocionada se cortó un mechón porque su madre, recientemente, había pasado por esta enfermedad". Es lo que tiene esta realidad indefinida con un inmumerable listado de nombres propios.
La mayoría de las clientas que han pasado por la Academia París este martes 19 son mujeres con edades entre los 25 y 40 años. En este perfil se encuentran dos de las donantes de la jornada. Paqui García de Dios se enteró de la iniciativa por Facebook: "no me lo pensé ni veinte segundos", apunta y añade que en su entorno familiar hay quien se ha visto afectada por la tesitura, así que esta vez no ha tenido pereza ninguna para ir a la peluquería. Una vez sentada frente al espejo, anima a la peluquera: "¡corta, corta sin miedo!", y la segunda responde sonriente: "¡hoy están generosas!". Justita en los 20 centímetros de pelo trenzado, tras la tijera comienza el "cambio de look".
Paula Silva, también supo de la convocatoria por Facebook e igualmente afirma que no le costó nada decidirse: "tenía ganas de cortarme el pelo, y ya que no puedo donar sangre, pues dono el cabello para quien pueda valer. Hoy ya pensé, si hace falta incluso me lo rapo que después ya crecerá" afirma convencida. Mientras les lavan la cabeza, ambas bromean, pero con un fondo totalmente altruísta, donar todos sus órganos para quien, dado el momento, los pueda necesitar.
La cuota masculina de esta clientela solidaria la encontramos en Pedro Campos y Segundo Alvarez. Ninguno frecuenta la Academia, pero uno y otro tras tener conocimiento del corte solidario no lo dudaron, tocaba corte de pelo para colaborar con las personas enfermas de cáncer. Bromean también, ninguno de los dos tiene posibilidad de donar cabello; pero el que dejen hoy tras el paso de la tijera, sobraba por una buena causa.