Las instituciones, distantes para repudiar los atentados de Bruselas
A las 12.00 horas, un ciudadano que caminase por el entorno de la Alameda se encontraba este miércoles 23 con tres concentraciones distintas. Las tres tenían el mismo motivo, la condena de la acción terrorista de Bruselas y la solidaridad con los familiares y con las víctimas.
El subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, se concentraba con los representantes de la Guardia Civil y del ejército, además de la diputada electa Pilar Rojo, ante el edificio situado en la plaza de España. El representante del Gobierno central del Partido Popular indicaba que lo importante de las concentraciones contra el acto terrorista en Bruselas es manifestar la unidad. Sin embargo, la unidad en este tipo de actos de repulsa brilla por su ausencia. A doscientos metros de la Subdelegación, la presidenta de la Deputación de Pontevedra, la socialista Carmela Silva, se encontraba liderando otra concentración por la misma causa. Y también, a la misma hora, los representantes de la corporación municipal con el alcalde nacionalista, Miguel Anxo Fernández Lores, a la cabeza guardaban un minuto de silencio ante las puertas del edificio de las oficinas del Concello.
Las tres instituciones celebran un mismo acto pero en tres espacios distintos, con una distancia entre los edificios de apenas doscientos metros. Solo había políticos, altos cargos o funcionarios, nadie más se sumaba a estas concentraciones ciudadanas. Preguntado sobre esta cuestión, Antonio Coello, respondió con un contundente: "Creo que hoy es el día donde tenemos que mostrar un mensaje de unidad y sosiego a los demócratas y yo estoy al amparo de las tres banderas: la de España, la de Galicia y la Europea".
El subdelegado del Gobierno también apuntó que nos encontramos en el nivel 4 de alerta y que se mantienen los refuerzos, sobre todo, en zonas portuarias. El representante gubernamental quiso enviar un mensaje de apoyo a los "compatriotas que están en un país amigo como Bélgica". Apuntó que Europa es el espacio en el que se mantienen valores firmes como la convivencia y las libertades. "Tenemos que defenderlos y rechazar de forma tajante estos actos que nos entristecen y que nos dejan con una sensación profunda de tristeza y de dolor", indicó.
Un discurso similar expuso la presidenta provincial, Carmela Silva, ante los alrededor de 40 funcionarios que se daban cita en la Deputación. La presidenta indicaba que Bruselas debería ser "o reflexo dunha sociedade que atopa espazos para poñerse de acordo, onde os atentados terroristas, a morte, non foran nunca posibles". Lamentaba el acto porque "nós queremos un mundo en paz, onde o diálogo sexa o modo a través do cal se solucionen os conflitos".
El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, se mostraba más crítico con la postura de Europa ante determinadas situaciones que se producen en el mundo y apuntaba que "daquelas augas veñen estes lodos. Inxerencias militares en países soberanos provocan rexeitamentos que dan lugar a creación de grupos, que non teñen xustificación, que levan a cabo unha acción – reacción sen sentido. Debemos loitar por sociedade máis xusta a nivel internacional". De esta forma, Fernández Lores afirmaba que seguirá luchando por un orden internacional distinto y evitar este orden mundial que defiende intereses económicos y militares.