Dos años de prisión por golpear con un palo a otro conductor rompiéndole cuatro dientes
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El pontevedrés José Miguel C.H. reconoce que hace un año, el 14 de enero de 2016, pegó al conductor del vehículo que le precedía circulando por una calle de Pontevedra con un palo de madera similar a un bate de beisbol, en un enfrentamiento cuyas causas no han salido a la luz y que causó varias lesiones al otro implicado, entre ellas la pérdida de cuatro dientes. .
Los hechos llegaron este jueves a la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial, pero finalmente no fue necesaria la celebración del juicio, pues la Fiscalía y las defensas del acusado y de su víctima llegaron a un acuerdo previo por el que el procesado confesaba ser el autor y se conformaba con una pena sustancialmente inferior a la que inicialmente le pedían. Finalmente, pasará de enfrentarse a cinco años de prisión a cumplir, con su conformidad, dos años.
El encausado se sentó en el banquillo de los acusados y reconoció ser autor de los hechos y conformarse con la pena solicitada, pero quiso aclarar que "excepto que no hubo ninguno bate de béisbol por medio". Finalmente, esa aclaración no se le aceptó y confesó los hechos tal y como los relató el fiscal, esto es, que agredió al otro hombre con un palo de madera tipo bate.
El acuerdo alcanzado también incluye que ninguna de las partes personadas en el proceso judicial se oponen a que al procesado se le suspenda la pena o, lo que es lo mismo, José Miguel no entrará en prisión a cambio de que no cometa ningún delito en los próximos tres años, le pague a su víctima la indemnización que se le impondrá en la sentencia y no se aproxime a menos de 100 metros de este otro hombre o se comunique con él.
En virtud de ese acuerdo, deberá indemnizar a su víctima con 9.700 euros en concepto de responsabilidad civil. El tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia dictará una sentencia que ya será firme en la que le condena por un delito de lesiones graves con pérdida de miembro no principal en el que concurren dos circunstancias agravantes de su responsabilidad penal, la de reparación del daño y la analógica de confesión.
Los hechos ocurrieron sobre las 11.00 horas en la calle Costado de Pontevedra, en el barrio de A Seca. El acusado circulaba tras otro coche y cuando el otro conductor se detuvo para realizar una maniobra de cambio de sentido en una calle sin salida, según reconoció, se situó tras él, bloqueándole la salida. Inmediatamente, se bajó de su coche con un palo de madera tipo bate de béisbol en la mano y, tras abrir la puerta del conductor del otro automóvil, le sacudió un fuerte golpe en la boca y le agarró de un brazo para sacarle del coche y seguirle golpeando.
El acusado no consiguió sacarle del coche porque el otro hombre se agarró fuertemente al volante del vehículo, pero sí le dio varios golpes en las piernas antes de marcharse en coche. Como consecuencia de la agresión, causó a su oponente una herida en el labio superior, pérdida de los cuatro dientes incisivos superiores y varias contusiones y erosiones en la boca y las piernas.