Un menor condenado por tocamientos a una chica: "Le tocamos el culo porque nos parecía una situación graciosa"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
AAA y BBB eran menores de edad cuando en noviembre de 2012 se propasaron con una chica en una fiesta en Lalín y por estos hechos ya fueron juzgados y condenados con su conformidad por el Juzgado de Menores. Ahora, tras asistir durante nueve meses a un curso de reeducación, han vuelto ante el juez, pero como testigos.
Ambos declararon este jueves en la segunda sesión del juicio que se sigue contra dos jóvenes por presuntamente agredir sexualmente a la misma chica esa misma noche, pues el fiscal sostiene que se trató de una agresión multiple en la que participaron los cuatro, dos menores y dos mayores de edad. En su nueva comparecencia judicial, ambos reconocieron que se propasaron, exculparon al acusado Ángel G.A. y aseguraron desconocer si el otro procesado, Breogán F.T., cometió algún delito.
El juicio se retomará el próximo lunes 27 de febrero. El fiscal pide 12 años de prisión para Breogán F.T. por un delito de violación y otros cinco años para el Ángel G.A por agresión sexual.
AAA (su nombre no se difundirá por ser menores cuando cometieron el delito) reconoció que "sí le tocamos el culo porque nos parecía una situación graciosa". A preguntas del fiscal, Pablo Varela, sobre el motivo de que la situación les resultase graciosa, explicó que él y su amigo pasaban al lado del palco de la fiesta cuando vieron que el acusado Breogán F.T. estaba debajo con una chica. Según su versión, les llamó, de modo que se acercaron y le tocaron el culo porque "nos hizo gracia". Lo que les movió fue, según reconoció, "el ánimo de reirnos un poco".
Este mismo chico aseguró que su amigo Ángel y también acusado no estuvo bajo el palco con la chica en ningún momento, una afirmación con la que coincide el segundo menor implicado, BBB. Este chico no quiso reproducir en la sala su participación en los hechos e incluso pregunto al abogado que le interrogaba "¿me juzgan dos veces por la misma cosa?", aludiendo a que ya fue juzgado y condenado y "estoy arrepentido".
Sobre el segundo acusado, Breogán F.T., explicó que él pensaba que la victima y él eran pareja y que les vio juntos bajo el palco, pero "no sé si Breogán la estaba acosando o no". De hecho, él pensó que "estaba todo consentido".
La presunta víctima, que el martes declaró a puerta cerrada, estaba esa noche con dos amigas. Una de ellas declaró este jueves en la sala y corroboró la denuncia presentada por su amiga y el relato de los hechos que mantiene la Fiscalía. Explicó que los dos menores y Breogán F.T. "rodeárona e tocárona" ya en el propio campo de la fiesta y, después, el acusado la llevó a al fuerza bajo el palco y allí estuvieron los tres con ella.
Esta chica desconoce qué pasó, pero cuando ya salieron, la presunta víctima "estaba nerviosa" y se le veía el sujetador. A pesar de lo ocurrido, ni ella ni su hermana hicieron nada porque "bloqueámonos e non lle demos a importancia que había que darlle". Lo atribuye a que eran muy jóvenes.
Por la sala del juicio también pasaron varios amigos del acusado Breogán que aseguraron que tras esos hechos, en varias ocasiones, la supuesta víctima "perseguía" al chico cuando estaban en alguna fiesta. También su actual novia insistió en esa situación y varios testigos aseguraron que él había tenido que irse de alguna verbena o feria para evitar a la chica.
La madre del procesado fue mucho más allá en la defensa de su hijo, pues aseguró que la noche en la que sucedieron los hechos juzgados él estuvo con ella, su marido, sus primos y varios amigos, no lo perdió de vista "en ningún momento" y ni siquiera estuvo con la presunta víctima. El fiscal le recordó que justo antes de empezar a declarar le recordaron que podía no declarar contra su hijo, pero, si declaraba, debía decir la verdad. Pese a ello, insistió en que no dejó de verle en toda la noche.
La mujer también aseguró que el miércoles siguiente a la presunta agresión sexual -ocurrió un viernes- la chica se presentó en el bar familiar y le dijo "vouno denunciar. Se non me paga, vouno denunciar". También que, tras la denuncia, la chica solía frecuentar el bar y, aún después de pedir una orden de alejamiento del acusado, varios días a la semana solía ir con sus amigas y sentarse cerca del negocio esperando a que él saliese. Una vez incluso la familia del chico llamó a la Policía Local y la Guardia Civil para que hubiese pruebas de lo que hacía.