Rafael Domínguez Vaz, referente en la cirugía de rodilla, retoma la actividad médica en Pontevedra
Por Mónica Patxot & Anxo Lourido
Rafael Domínguez Vaz es un traumatólogo de prestigio y, sin embargo, accesible y cercano en el trato personal. Acompañado de su hermano Miguel y siguiendo la estela de su padre logró convertir el Hospital Domínguez en un centro de referencia en el ámbito de la sanidad privada.
Tras la venta del hospital al Grupo Quirón Salud, el conocido médico especialista pontevedrés decidió dedicar 18 meses a la investigación y a actualizar sus amplios conocimientos en relación con las nuevas técnicas quirúrgicas para el tratamiento de las lesiones de rodilla. Tras esa etapa, se muestra ilusionado con su vuelta a la actividad médica y con retomar el contacto directo con los pacientes para conocer sus necesidades y dolencias en busca de encontrar las mejores soluciones.
Doctor Rafael Domínguez Vaz, la pregunta es obligada, ¿qué ha sido lo que le ha llevado a sentarse en la consulta médica del Policlínico del Grupo Quirón Salud y a tratar, de nuevo, con los pacientes?
Después de la venta del hospital decidí descansar un poquito porque habíamos quedado tremendamente cansados después de todo el proceso, pero la medicina es mi pasión y me apetecía retomarla para dar una calidad asistencial muy superior a la que podíamos ofrecer antes cuando teníamos muchísimo trabajo.
¿Cómo va a desarrollar esa actividad?
Ahora hago una consulta a pacientes privados. Trabajo todas las mañanas, entre el Hospital y el Policlínico. Le dedico al paciente todo el tiempo que necesita. A veces estoy con un paciente una hora y media. Le explico absolutamente todo. Quiero que entienda, quiero que me pregunte, quiero que sepa. Informarle absolutamente de todos los procedimientos que tiene que hacer, de los riesgos que pueden conllevar. Lo cierto es que la gente que viene sale encantada.
Usted es un pionero, un referente médico, tanto para otros profesionales como para los pacientes, en el tratamiento de lesiones de rodilla.
Yo soy un enamorado de la traumatología y de la cirugía ortopédica, pero mi gran pasión es la rodilla. Sí, fui un pionero como dices. En el año 1979 realicé la primera artroscopia de rodilla que se hizo en Galicia. En ese momento éramos ocho o nueve personas en España que empezamos a hacer la cirugía artroscópica. Estaba el doctor Raúl Puig Adell, que era un auténtico fenómeno, yo creo que fue el mejor artroscopista que hubo en España, Tom Estévez, De la Fuente, Mikel Sánchez, Ramón Cugat... y yo. Y sí, así fue, la primera artroscopia que se hizo en Galicia la realicé yo en el año 1979.
Y explíquenos, ¿cómo recuerda aquella experiencia?
"Yo he visto lesiones de todo tipo y siempre me brindo a comentar con los pacientes todas las posibilidades que existen para buscar la mejor solución"
A mí me gustaba la rodilla porque a mi padre ya le gustaba también la rodilla. El diagnóstico siempre resultaba complejo porque no teníamos grandes técnicas para diagnosticar. Eran valoraciones clínicas más que otra cosa. Con la artroscopia conseguimos ver la rodilla por dentro y ver el menisco roto. Fue algo emocionante, increíble. Podías diagnosticar con exactitud cuál de los dos meniscos estaba roto y dónde estaba roto. Eso supuso una evolución determinante en el diagnóstico de las lesiones meniscales.
Y a partir de esas primeras artroscopias, ¿cuáles fueron los siguientes avances en la cirugía de las rodillas?
Pasamos dos años con cierta frustración. Podíamos ver la rotura del menisco pero teníamos que seguir abriendo la rodilla, porque podíamos ver que estaba roto pero no teníamos medios para poder operarlo. Entonces fue en el año 1983 cuando las técnicas con cámaras de vídeo acopladas a un monitor de televisión y unas pinzas Basket nos permitieron no solo el diagnóstico exacto de las roturas meniscales o de los ligamentos cruzados sino que nos daba la posibilidad de operar un menisco. Eso fue impresionante. El paciente dejó de estar siete u ocho días en los hospitales con los grandes derrames articulares que se producían para pasar a una situación en la que tras la intervención, al cabo de 24 horas, salían caminando. La evolución fue brutal. El avance, sobre todo, se manifestó en el mundo del deporte en general y en el del fútbol en particular.
¿Supuso un punto de inflexión, por tanto?
En cuanto a la articulación de la rodilla, la cirugía artroscópica la revolucionó totalmente y la sigue revolucionando. Cada día tenemos más medios para aplicar. En el año 83, yo realicé las primeras cirugías meniscales de Galicia.
Y a partir de ese momento, ¿la artroscopia se difundió como una técnica fundamental para el tratamiento de las lesiones de rodilla?
No solo los pacientes, también los compañeros cirujanos venían a mi hospital para ver cómo podían aplicar este tipo de técnicas. El material era tremendamente caro y no era sencillo obtenerlo. Yo siempre fui un pionero en esto, me gustaba y todo lo dedicaba para poder operar este tipo de rodillas. En el año 1986 todos estos avances se aplicaron a la figura del ligamento cruzado anterior, una lesión que a los futbolistas los alejaba de la práctica deportiva. Se aplicó primero con las prótesis de los ligamentos y después con las plastias. Eso fue la revolución total. Ya no solo operábamos los meniscos sino que también hacíamos la cirugía del ligamento cruzado.
"Nunca paramos de actualizar. Durante esta época en la que decidí dejar de trabajar seguía leyendo y estudiando nuevos avances dentro de la cirugía. La evolución es continua"
En todo caso, ¿usted ha continuado siempre buscando y trabajando con nuevas técnicas?
Nunca paramos de actualizar. Durante esta época en la que decidí dejar de trabajar seguía leyendo y estudiando nuevos avances dentro de la cirugía. La evolución es continua. En las reparaciones del ligamento cruzado anterior, por ejemplo, primero hablábamos de las prótesis de los ligamentos pero tenían un problema, eran prótesis artificiales y, sobre todo en el deporte de competición, no aguantaban y se rompían. Pero siempre hay gente pionera y vino un americano, Lenny Johnson, que puso en práctica la técnica HTH (hueso-tendón-hueso) y con esa fórmula la reparación de la sustitución del ligamento cruzado anterior dejó de ser un problema. Es una técnica que sigue vigente.
A Jesé y a otros jugadores del Real Madrid que se iban a operar fuera, durante estos últimos años se les ha aplicado este tipo de intervención. Apareció posteriormente la técnica del En-dobutton, que se utiliza mediante tendones semitendenosos recto interno. Se hace una plastia con esos tendones y se lleva a cabo una sustitución de la rotura del ligamento cruzado. Eso supuso una nueva revolución, sobre todo en las lesiones del género femenino porque las mujeres tienen un tendón muchísimo más pequeño y se necesita una plastia un poquito más fuerte. Cualquiera de las dos técnicas es buena y ambas se encuentran vigentes. Posteriormente a esto, las técnicas han continuado avanzando a través de los factores de crecimiento, las proteínas ricas en plaquetas que una vez activadas, se inyectan y favorecen la regeneración del tejido. Están totalmente indicadas en las cirugías.
Y estas técnicas, ¿resultan invasivas?
Todo lo contrario. Son técnicas mínimamente invasivas. Con el paso de los años y con la práctica, las incisiones son, cada vez, más pequeñas. Con los nuevos materiales en una cirugía de un ligamento cruzado anterior hacemos una incisión de unos dos o tres centímetros para recuperar la plastia y dos orificios pequeñitos en la rodilla para poder ver la cirugía mediante la cámara y para meter los instrumentos. Es cirugía mínimamente invasiva.
"En un ligamento cruzado, después de operar, le permitimos al paciente caminar en un plazo de cuatro o cinco días con unas órtesis durante dos semanas, para que comience con la recuperación. Al cabo de tres o cuatro semanas ya se puede caminar perfectamente"
¿En cuánto se fija el tiempo de recuperación para una operación de estas características?
En un ligamento cruzado, después de operar, le permitimos al paciente caminar en un plazo de cuatro o cinco días con unas órtesis durante dos semanas, para que comience con la recuperación. Después, al cabo de tres o cuatro semanas ya se puede caminar perfectamente. Aunque el deporte no se debe de realizar hasta después de los seis meses. Por eso cuando vemos que un deportista se rompe un ligamento cruzado, hasta el plazo de seis meses no oímos hablar de él. ¿Qué está haciendo? Está en la enfermería guardando reposo y practicando muchísima actividad física.
Pero para una persona no deportista, ¿la incorporación a su actividad habitual es, estonces, muchísimo menor?
La recuperación de una persona que no necesita hacer un deporte de competición es breve. Al cabo de tres cuatro o cinco semanas de la intervención puede estar trabajando en una oficina, haciendo una vida completamente normal.
Resulta sorprendente, porque hasta hace unos años esto era casi impensable, ¿no?
Sí, esto ha ido evolucionando de una manera extraordinaria. Las estabilizaciones de los ligamentos son muchísimo más efectivas. Se pueden permitir los movimientos y la carga muchísimo antes.
Doctor Domínguez, ¿cuántas rodillas habrán pasado por sus manos?
Pues tengo que decir que en el 2012 dejé de contabilizar las artroscopias que había realizado y llevaba ya 14.772.
Es una cifra impresionante.
Sí, ya habrán pasado de las 15.000.
Supongo que en algunos casos con resultados sorprendentes incluso para usted, ¿no es así?
Sí, hubo casos difíciles de algunos jugadores que no eran conocidos. He visto lesiones gravísimas con las que primero se intentaban unas técnicas y después otras pero siempre, gracias a Dios, he obtenido unos resultados excelentes.
Hablemos ahora de las prótesis, ¿cómo ha evolucionado este campo?
Las rodillas sufren mucho debido a la artrosis. Podríamos hablar también de la cadera y del hombro. Pero donde la gente sufre más y tenemos más experiencia y mejores posibilidades de tratamiento quirúrgico es en la rodilla y también en la cadera. Hoy en día las prótesis son inmejorables. Siempre digo que una prótesis de rodilla es una solución buenísima a un problema que ya no tiene solución. Cuando hay una rodilla que ya no te permite caminar, que te duele en la cama, que te duele al mínimo movimiento, hoy en día se puede hacer perfectamente unas prótesis de rodilla.
"A través de una técnica de reconstrucción 3D de la rodilla del paciente se obtienen unas piezas que permiten unos cortes especiales personalizados para el paciente"
Pero ¿cuándo una persona debe pasar por la consulta de un traumatólogo?
La evolución en las artrosis de rodilla es muy lenta. Se empieza con unas molestias articulares que ceden con un antiinflamatorio, pero pasa el tiempo y el antiinflamatorio ya no te ayuda. Se tiene que acudir al traumatólogo, al rehabilitador, al fisioterapeuta para que esas molestias vayan disminuyendo.
En las artrosis de rodilla hay cuatro fases, la primera, la inicial, pasa con el antiinflamatorio. La segunda fase es más compleja, la rodilla duele con más frecuencia, ahí está indicado el tratamiento con el ácido hialurónico, un componente que se encuentra en el interior de los tejidos de la rodilla y del cartílago, que permite la disminución del dolor de forma importante. Ya en las fases tres o cuatro es necesario acudir directamente a la cirugía. También en estas fases se puede utilizar el ácido hialurónico para aquellas personas a las que les duele mucho pero no se deciden a llevar a cabo una intervención. Cuando se inicia la operación, hoy en día contamos con prótesis personalizadas. Yo desde hace tres o cuatro años solo trabajo con eso. Son prótesis personalizadas de la casa Biomet, que es con la que trabajo. A través de una técnica de reconstrucción 3D de la rodilla del paciente se obtienen unas piezas que permiten unos cortes especiales personalizados para el paciente. Las rodillas quedan, como se puede decir, planchadas.
¿Y se elaboran a través de técnicas 3D?
Es una reconstrucción. Hay que hacer una resonancia de la cadera, de la rodilla y del tobillo. Es una resonancia especial. Las imágenes se trasladan a la casa comercial que busca y estudia los ejes de flexoextensión, de rotación, de anteversión, de retroversión de la rodilla y entonces nos envían unas imágenes que nosotros vemos en un monitor de un ordenador y decidimos el tamaño del corte que tenemos que hacer tanto en la tíbia como en el fémur. Cuando nosotros decidimos los cortes prefijados, la casa comercial reconstruye la rodilla del paciente en 3D, hace esas piezas de corte y crea una rodilla perfecta en todos sus grados porque se ajusta. Es sensacional porque son personalizadas.
¿Qué plazo de tiempo lleva una intervención de este tipo?
Tres semanas. A través del correo electrónico estamos en permanente contacto con la empresa. Hay rodillas tremendamente difíciles pero hay comunicación directa con la parte informática de la casa comercial y les indicamos las dificultades de esas rodillas más especiales, informándoles de las complejidades. Pero nosotros en tres o cuatro semanas tenemos las piezas de corte para operar al día siguiente.
Parece que no hay límites en el terreno de la traumatología
Sí. Nosotros aplicamos, en estos tipos de artrosis, los factores de crecimiento aparte del ácido hialurónico porque los factores ayudan a regenerar. Hoy en día hay un producto, el BST-CarGel, que se emplea en las lesiones cartilaginosas únicas en rodilla. En estos casos, la rodilla está bien pero una parte del cartílago se encuentra muy lesionado. Este producto se une a la propia sangre autóloga y se rellena como si fuera con cemento. Se cubre este hueco regenerando tejido y cartílago. Las lesiones únicas, pequeñas y no tan pequeñas, se rellenan con este producto, que permite no tener que hacer una prótesis unicompartimental o una prótesis total. Eso está evolucionando también hacia el terreno de los estudios biológicos. Una vez comprobado, nosotros podemos hacer ese tipo de cirugías que no son nada invasivas. Es la tendencia actual.
Como especialista en la rodilla, ¿considera que las prácticas deportivas a edades avanzadas y, por ejemplo, con sobrepeso son perjudiciales?
La rodilla es una articulación muy compleja y, al mismo tiempo, muy agradecida. El ejercicio físico es fundamental, pero todas las lesiones, dentro del deporte, se realizan y se provocan también a través del ejercicio físico. Si una persona con sobrepeso realiza un deporte fuera de su estructura anatómica esas rodillas sufren. Hoy en día hay técnicos, especialistas, nutricionistas que recomiendan alimentaciones para que se pueda hacer un deporte con facilidad y sin lesionarse.
"La lesión de menisco es la más habitual, sobre todo en la gente joven. En las mujeres, la contormalacia rotuliana"
Los hábitos alimenticios también jugarán un papel importante para aminorar la presencia de lesiones, ¿no es así?. ¿La dieta mediterránea es la más adecuada?
Es la ideal para este tipo de situaciones. Pero, hoy en día, los nutricionistas juegan un papel importante al igual que los técnicos especiales de recuperación. Los deportistas se ponen en mano de fisioterapeutas y están preparados para ofrecer las mejores condiciones para ejercer la práctica deportiva.
¿Cuáles son las principales lesiones de rodilla con las que se encuentra?
La lesión de menisco, sobre todo en la gente joven. En las mujeres, la contormalacia rotuliana. Se trata de una artrosis del cartílago de la rótula. Es frecuentísima y produce mucho dolor dentro de la articulación. En deporte más profesional: fútbol, beisbol, rugby... el ligamento cruzado anterior creo que es la lesión más complicada. Hay otras, las del ligamento cruzado posterior, por ejemplo, pero ya son menos frecuentes.
Y en deportes como el tenis o el pádel, ¿también es habitual detectar algunas lesiones de rodilla?
En el tenis y en el pádel, las tendinitis es muy frecuente. Es mucho menos frecuente una rotura de ligamento cruzado anterior en un tenista pero las tendinitis sí, la epicondilitis, el clásico codo de tenis, provoca que un deportista baje de categoría en muy poco tiempo. Y también es habitual encontrarse con las tendinitis rotulianas. Hay que acordarse de Rafael Nadal, que permaneció casi siete meses parado y se curó gracias a los factores de crecimiento, si no sería imposible su recuperación salvo que hubiera optado por la cirugía.
Hablando de tenis, usted puede presumir de haberle ganado al entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, un partido de tenis individual.
RDV: Fue algo muy curioso. Sucedió cuando Suárez vino a pasar las vacaciones en la finca de la Atlántida, en O Grove. Él era un enamorado del tenis. Tenía un ayudante de campo que veraneaba siempre en Sanxenxo y se acercaba por la casa de mi padre, en Areas, donde practicábamos habitualmente al tenis. La pista de la Atlántida donde se encontraba Suárez era muy mala y en la que jugábamos nosotros era perfecta. Adolfo Suárez se enteró. Llamó a través de su ayudante de campo para ver si podía jugar allí un poco. Era su pasión. Y vino. Le encantó el ambiente porque era súper familiar. Y durante los veinte días que estuvo, diez o doce se escapaba para venir a jugar. Casi siempre jugábamos partidas de dobles. Yo era muy joven y un día le dije: Adolfo (él no quería que le tratásemos de presidente), ¿qué te parece si echamos un partido individual? Él jugaba bien.
Rafael Domínguez le dijo a Adolfo Suárez: " no te voy a dejar ganar porque quiero decirle un día a mis hijos que le gané a un presidente del Gobierno jugando un partido de tenis"
Yo le dije: mira, no te voy a dejar ganar porque quiero decirle un día a mis hijos que le gané a un presidente del Gobierno jugando un partido de tenis. Fue un partido que duró dos horas y media. Y el resultado no indica lo competitivo que fue. Le gané 6-2; 6-3. Pero todos los juegos eran igualados, ventaja para uno, ventaja para el otro... Cuando acabó, él se quedó un poco picado. Y me dijo: "quiero la revancha en la Moncloa". Y le dije: "pues... cuando quiera". En esa época estaba haciendo el máster de gerencia de Hospitales e iba todos los meses a Madrid. En uno de esos meses, en octubre o noviembre, hablé con el ayudante de campo y quedamos para un día.
Y ahí entré yo en la Moncloa a las 10.00 de la mañana, un día de semana en que él no tenía una gran actividad. Me enseñó la Moncloa, el Consejo de Ministros... Yo estaba encantado. Y cuando estábamos cambiándonos para jugar, le llamaron porque hubo un atentado de ETA en el que fallecieron cuatro guardias civiles y se frustró aquel partido. Nunca llegó a realizarse la revancha. Conservo fotos con él, que era muy cordial, y se dejaba hacer fotos con todos. Sí. tengo fotos con él muy bonitas.
Después de tantas experiencias acumuladas, ¿ahora afronta esta nueva etapa profesional con ánimos renovados?
Estoy muy ilusionado porque voy a dar una gran calidad. A mí la rodilla me apasiona, siempre fui una persona que atendí con grandísimo cariño porque es algo que mi padre me enseñó desde el primer día y me gusta que la gente me pregunte, me interrogue sobre todas las dudas y analizar sus complicaciones terapéuticas, sus lesiones y sus dolencias. Y eso hoy en día no se ofrece.
A mí me gusta estudiar los casos a través de las técnicas diagnósticas: scanner, resonancia, radiología, ecografía, experiencia clínica... Yo he visto lesiones de todo tipo y siempre me brindo a comentar con los pacientes todas las posibilidades que existen para buscar la mejor solución y marcar los tiempos para acometer el tratamiento. Es más, yo les invito a que se informen mucho en las redes sociales, a mí me encanta que me digan: "a este señor le fue mal una técnica" y yo le explico que no todas las técnicas son apropiadas para todos los pacientes. Siempre busco el diálogo personalizado, porque entiendo que es algo fundamental en la relación entre el médico y el paciente.
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