Condenado a 16 años de prisión por estrangular e intentar robar a su vecino de 92 años en Valga
Por Natalia Puga
Un total de 16 años de prisión, 14 por un delito de homicidio y dos años por robo con violencia en casa habitada en grado de tentativa. Es la condena que ha impuesto la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra al vecino de Valga Rafael Costa Bermúdez, juzgado por intentar robar y matar a su vecino, José Manuel Burés Otero, de 92 años y conocido como 'Nelo O Rato', en mayo del año 2013.
En su breve declaración ante el tribunal durante el juicio, Rafael Costa mantuvo su inocencia y aseguró que el día de los hechos ni siquiera estaba en Valga, sino en Vilagarcía. Sin embargo, la Audiencia no dio credibiidad a su declaración, sino a las pruebas aportadas por la Guardia Civil y la Fiscalía y le condenó por ambos delitos. En el caso del homicidio, consideran que concurre la circunstancia agravante de abuso de superioridad y en el intento de robo, la agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción.
Al respecto, la sentencia detalla que el Juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra le habia condenado en el año 2012 a un año y tres meses de prisión por un robo con violencia y que en el momento de los hechos presentaba dependencia en grado moderado de cocaína y heroína de larga evolución.
La sentencia de la Audiencia considera probado que Rafael Costa acudió a la casa de su vecino en el lugar de Forno, en la parroquia de Cordeiro, en hora no determinada del día 28 de mayo "con la intención de obtener dinero que sabía que este tenía en la vivienda". No consta si acudió solo o con otra u otras personas no identificadas ni el modo en que accedió al interior de la vivienda, pero sí que la registró y que no se llevó nada.
El tribunal también considera probado que, al encontrarse con su vecino, "con intención de menoscabar la integridad física", le propinó fuertes golpes en la cabeza y "con la intención de acabar con su vida", le estranguló.
A continuación, en hora no determinada de ese mismo día o de la madrugada del día siguiente, con la finalidad de "eliminar cualquier huella o indicio" de que él había sido el autor de los hechos, arrojó el contenido de una garrafa de gasolina sobre el cadáver en una capilla anexa a la casa y le prendió fuego.