Una menor confirma en la Audiencia que su abuelo abusó de ella entre los 8 y los 9 años cuando se quedaba a su cuidado
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Una niña de 10 años confirmó este martes en una sala de vistas de la Audiencia Provincial de Pontevedra que entre los 8 y los 9 años su abuelo paterno abusó de ella cuando se quedaba a su cuidado, sometiéndola a distinto tipo de tocamientos y con comportamientos libidinosos que la Fiscalía califica como un delito continuado de abuso sexual.
La menor declaró tras un biombo y, a petición de la Fiscalía y la acusación particular, sin tener contacto visual con su abuelo. Lo hizo, además, a puerta cerrada, para evitar la presencia en la sala de los medios de comunicación. Según se confirmó más tarde, en su declaración ratificó todo lo que ya denunció el año pasado, cuando el 23 de abril contó a sus padres el último episodio de abusos y éstos acudieron a su pediatra y más tarde denunciaron los hechos formalmente.
El abuelo, por su parte, se negó a dar su versión de lo ocurrido. Cuando llegó el momento de su declaración, se dirigió al tribunal y le comunicó que se atendría a su derecho a no declarar y no respondería a las preguntas de ninguna de las partes dado que "no se me ha dado todas las posibilidades de defenderme" durante el procedimiento judicial.
Por la sala sí pasaron en audiencia pública diversos forenses que confirmaron que el testimonio de la menor es "altamente creíble" cuando asegura que su abuelo la sometió a tocamientos durante mucho tiempo, al menos un año, desde que tenía 8, y en lugares distintos en el término municipal de Tui y en A Guarda. Los especialistas que realizaron una pericial psicológica de la menor descartaron toda posibilidad de que estuviese mintiendo y no encontraron ninguna motivación que pudiese llevarla a acusar en falso a su abuelo.
Los padres relataron que la niña les contó lo ocurrido tras un episodio de abusos en el jardín de su casa y, cuando le preguntaron, relató a la madre más situaciones similares anteriores. En la actualidad, la niña está recibiendo terapia, "sigue teniendo miedo al abuelo", sufre pesadillas, "tiene malos recuerdos" y no consigue olvidar lo ocurrido.
Tras escuchar a la menor, sus padres y los especialistas, la fiscal del caso, Encarnación Boullón, mantuvo la acusación contra el abuelo e incluso la aumentó, pues inicialmente lo consideraba autor de un delito de abusos sexuales y pasó a considerar acreditado que cometió un delito continuado de abusos sexuales en el que prevalece una situación de superioridad del hombre sobre su nieta.
La acusación particular también mantuvo que cometió un delito continuado de abusos y todos piden una condena de prisión, pero también orden de alejamiento y libertad vigilada. La petición inicial de la Fiscalía era a seis años de prisión, prohibición de acercarse a la menor, su domicilio, centro de estudios o cualquier otro frecuentado por ella así como de comunicarse con ella por cualquier medio directo o indirecto durante nueve años y, a mayores, 10 años de libertad vigilada e inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante 11 años.